¿Quién se esconde detrás de un nombre? ¿Quién se esconde detrás de un nombre?
¿Quién se esconde detrás de un nombre? ¿De qué nos escondemos cuando usamos un pseudónimo? Supongo que es de la curiosidad de la gente, pero sobre todo del prejuzgamiento que hagan de nosotros los demás (¡hay tantos nombres idénticos!).
En “Puentes de salida” hay muchos nombres de ficción de personas que han tenido una experiencia que no es común: la privación de la libertad.
Gracias al privilegio del dominio del código escrito estos autores salen a buscar al lector que, tal vez, los estaba esperando. No son pocos los autores que tuvieron por lugar de inspiración una celda, una cárcel.
El encuentro con uno mismo, la espera de las visitas, las charlas con los compañeros del momento, la tristeza, la esperanza, el dolor han hecho brotar cada uno de los textos que integran esta antología.
No interesan tanto las tramas o las tipologías textuales. Interesan las ganas de salir para juntarse con un destinatario que no se conoce, pero que se intuye como un ser humano común.
Es la magia de la escritura, el acertado proyecto de una joven profesora que valoró a sus alumnos como capaces de escribir sus cosas, de compartir sus sentimientos, sus miedos, sus broncas, sus alegrías y sus buenos recuerdos.
La escritura es un proceso de sanación que nos ayuda a ser objetivos y mirarnos como somos, a aceptarnos completamente.
He tenido la gran oportunidad de leer cada uno de los textos y de ellos he aprendido a seguir adelante a pesar del pánico, del miedo al encierro forzoso de la pandemia.
Este libro, amigo lector, merece la apertura de nuestra mente, de nuestro corazón.
Ojalá muchos maestros tomen el ejemplo de la profesora Lily que pudo sacar de un taller de escritura, tanto vuelo.
GRACIAS
La vida me quiere hacer malo,
la situación me quiere hacer malo,
la gente me quiere hacer malo,
mi abogado me quiere hacer malo.
Los amigos me quieren hacer malo,
los familiares me quieren hacer malo.
Pero yo ya soy poeta, gracias a ellos.
El Canalla
ENTRE VOS Y YO, ‘’ELLA’’
Me encuentro parado aquí en mi espacio, queriendo alcanzar al mundo con mis brazos abiertos, inmóvil, trato de encontrar tus ojos en mi mirada. Vos, allá, a unos pocos metros delante de mí. Tus ojos se han clavado en los míos, y en un instante bajas tu mirada para verla a ella y caminas unos pasos para atrás.
Todos nos miran, a veces a vos, a veces a mí, cierro mis ojos y me pregunto dónde irá, qué pensarás, adónde la voy a buscar. Paso así un instante y vuelvo a la realidad, tú comienzas a correr hacia mí; hago un esfuerzo y siento que vuelo. A lo lejos, escucho un murmullo de voces que se hacen gritos y especialmente uno que dice: “¡Qué golazo!, el arquero ni la vio”.
Atahualpa Yastay
