“Agustina es una trágica heroína movida por la gran fuerza del amor” “Agustina es una trágica heroína movida por la gran fuerza del amor”
Mar ta Palacio, descendiente
de la propia Agustina
Palacio, contó a EL LIBERAL
la historia de esta mujer santiagueña
que luchó contra un
marido ya demente, los malones
indígenas, las huestes
federales, el despojo permanente
y la seducción del suicidio.
Nada pudo vencerla: el
ferviente amor de esposa la
sostuvo en toda su odisea.
La investigadora realizó
el estudio preliminar de las
Memorias de Agustina Palacio
de Libarona en la edición
Buena Vista. Se trata de la última
reedición de las memorias
desde 1858 en que aparecieron
por primera vez en el
periódico La Religión.
¿Cuáles son los indicios
en torno al origen de
nacimiento de Palacio?
¿Fue en Tucumán o Santiago
del Estero?
-Según la investigación
que realicé consultando diversas
fuentes históricas, entre
ellas las Actas Captitulares
de Santiago del Estero
(Academia Nacional de Historia,
Tomo IV, Buenos Aires,
1951) y el Diccionario Biográfico
de Mujeres Argentinas
elaborado por Lily Sosa de
Newton (Editorial Plus Ultra,
Buenos Aires, 1980, p. 470)
puede afirmarse que Agustina
Palacio nació en Santiago
del Estero el 1° de febrero de
1821 y murió en Tucumán en
1861.
¿Cómo se divulgó l a
historia de Agustina Palacio?
¿Por qué medios fue
posible preservar sus memorias?
-La gesta heroica que ella
realizó al oponerse al tirano
Felipe Ibarra, le valió el apodo
de “Heroína del Bracho”, y fue
transmitida y divulgada por diversos
medios de la época, incluso
estando ella aún viva. El
primero, lo fue a través del relato
oral que circuló entre los
que conocieron y que llegó a oídos
de Benjamín Poucel, escritor
y viajero francés que llegó a
nuestras tierras en 1856 acompañando
a Martín de Moussay,
médico y cartógrafo francés,
contratado por el Presidente
Justo José de Urquiza para
realizar un relevamiento de
la geografía, historia y costumbres.
Es allí que escucha Poucel
hablar de Agustina Palacio y se
traslada hasta Salta, donde ella
vivía con sus dos pequeñas hijas
luego de los acontecimientos
trágicos vividos, para conocerla
personalmente. Agustina
le relata la historia de esos
años aciagos en el Bracho y le
entrega un manuscrito en que
ella redactó sus memorias.
Ese
manuscrito al día de hoy nunca
fue hallado. Poucel publicará
ese texto a través de dos canales:
La primera publicación la
realizará en el periódico porteño
“La religión” en el año 1858,
secuenciado en tres números
consecutivos: 25,26, 27 y 28
con una larga introducción de
su autoría en el primero y luego
con notas introductorias en
los siguientes y una conclusión
final en el último.
La segunda,
será en el año 1861 en el libro
de viajes editado en Francia por
Edouardo Charton, titulado Le
tour du monde: Nouveau journal
des voyages, en el capítulo:
“Aventures et malheurs de la
Señora Libarona dans le Grand
Chaco 1840-1841” (Libraire de
l’Hachette, Paris 1861, Vol. 1,
pp. 321-336).
En esta edición
aparecen las ilustraciones y el
retrato de Agustina.
Otro antropólogo europeo
que oye hablar de su tragedia
y la publica en el mismo
año 1858 es Paolo Mantegazza.
La obra titulada Sulla America
Meridionale, Lettere Mediche
del dottor Paolo Mantegazza
refiere los acontecimientos
políticos acontecidos en la provincia
de Santiago del Estero en
1840, gobernada por Juan Felipe
Ibarra, y la épica acción de
Agustina Palacio de Libarona.
Este texto compendia y cita en
parte las memorias escritas por
Agustina, a la vez que introduce
un punto de vista político para
juzgar los sucesos históricos
que vivió Agustina. Paolo Mantegazza
narra la historia de la
“heroína del Chaco” - como la
designa- a partir de recuperar
fragmentos del manuscrito de
Agustina adecuadamente citados.