La Dolorosa, imagen que acompañó a Mama Antula La Dolorosa, imagen que acompañó a Mama Antula
“María Antonia de
Paz y Figueroa está emparentada
a muchas familias
santiagueñas. En
una de ellas hay un recuerdo
que viene desde
hace casi dos siglos, de
generación en generación”,
dice Agustín Chazarreta
(hijo de Andrés
Chazarreta) en su libro
Tradiciones Santiagueñas.
Se trata de un recuerdo
invalorable, la imagen
de La Dolorosa. ésta le
fue entregada a la Mama
Antula alrededor de 1773
y la acompañó durante su
evangelización por el Alto
Perú, en la zona de lo
que hoy corresponde a
las provincias de Salta y
Jujuy.
Este año, se cumplieron
243 años de aquel
acontecimiento y la Virgen
de La Dolorosa sigue
acompañando a los descendientes
de Mama Antula,
a través de una tradición
familiar que ella
les legó. La historia, plasmada
en el libro de Agustín
Chazarreta, data de
1953, cuando La Dolorosa
estaba en manos de
Sara Dolores Díaz Argibay
de Raed, tía de la actual
receptora ángeles
Dolores Villanueva.
Chazarreta continúa
su relato: “...por el camino
del Alto Perú, cuando
predicando su obra y
convirtiendo indios, cruzaba
las selvas desoladas
del norte argentino: traía
como siempre por báculo
su Cruz, junto a su corazón
su Niño Dormido.
Pero en este viaje, algo
más debía quedar para
siempre en Santiago,
en su tierra querida. Tanto
habló a los indios de
“Jesús, de su Madre Dolorosa,
de lo que debemos
hacer para comprender
tanto dolor en la pasión”,
que un indígena
artista talló una imagen
de la Dolorosa y al partir
la Madre Antula se la obsequió”.
En ese entonces, regresó
a la provincia, porque
ya acuñaba la idea de
fundar la Casa de los Ejercicios
Espirituales, para
lo que debía emprender
un nuevo viaje, pero esta
vez hasta Buenos Aires,
que en ese momento estaba
al mando de la corona
española. Llegó una noche
de luna llena -cuentan los
historiadores- y como era
una mujer apegada a sus
afectos, decidió quedarse
en la casa de una tía o
prima, doña Agustina Basualdo
Paz de Martínez, a
quien le dijo: “Te dejo esta
imagen para que te cuide”.
Y emprendió viaje a
Buenos Aires.
Tradición
Muchas son las historias
que rondan a Mama
Antula y a esta Virgen, entre
ellas se destaca un pedido
de la mujer que habría
plasmado en una carta:
la imagen debe quedar
como herencia a todas las
mujeres de nombre Dolores
que pertenecieran al
árbol genealógico de la familia
que quedó a su cuidado.