Un jardín y una escuela primaria mutualista llevan su nombre Un jardín y una escuela primaria mutualista llevan su nombre
se lo estudia en todos los niveles de la enseñanza, tanto Primario, como
Secundario, Terciario y en la Universidad Nacional. Fue tal la difusión,
que una guardería infantil, por intermedio de la mutual Ameunse,
solicitó al autor la autorización para ponerle el nombre de “Shishilo” a
ese establecimiento.
Hoy, con el correr de los años, se ha convertido primero en jardín
de infantes y luego en escuela primaria. El 1 de diciembre de 2014 se
produjo la celebración de los primeros egresados y fueron invitados el
autor y el personaje. Luego de la entrega de los diplomas, un grupo de
alumnos puso en escena en el Paraninfo de la Unse la teatralización del
cuento. Luego fueron invitados a pronunciar unas palabras, tanto al
autor como al protagonista. El autor, subió al Facebook sus emociones
de la siguiente manera:
“Hay un refrán que dice: felicidad compartida es doble felicidad,
dolor compartido es medio dolor. Hoy quiero compartir una de las felicidades
más grandes que me va deparando la vida. Me invitaron del
Colegio “Shishilo” que lleva el nombre en homenaje al personaje de mi
cuento, a celebrar el acto de entrega de diplomas a los primeros egresados
del colegio. Pero…también lo invitaron a Juan Domingo Gómez,
el auténtico “Shishilo” al que hace muchísimo tiempo, le di un puñado
de azúcar para que su madre no le vaya a quebrajiar los güesos. Todo
se desarrolló normalmente, hasta que un grupo de alumnos representó
el cuento en el escenario del paraninfo de la Unse. Ver representado
lo que habíamos vivido ¡hace más de 60 años superaba cualquier cálculo
emotivo! Y luego me invitaron a hablar. ¡Qué iba a hablar! ¡Qué iba
a decir! Se me anudó la garganta y apenas pude balbucear unas tonteras.
¡Encontrarme con mi cuento! ¡Encontrarme con el protagonista!
Ahh… pero no fui yo solo. Yo por lo menos pude decir algo. Cuando
le dieron el micrófono a él, no pudo hablar…! ¡La emoción le quitó todas
las palabras!. Devolvió el micrófono y sólo pudo llevarse la mano al corazón
y luego ofrecerlo al público que estallaba en aplausos! ¡Qué lindo
cuando la vida te da la mano!” l