Para monseñor Bokalic, la democracia "es aún muy frágil" y pidió recuperar la credibilidad de los jóvenes Para monseñor Bokalic, la democracia "es aún muy frágil" y pidió recuperar la credibilidad de los jóvenes
Este 2023, la democracia argentina cumple 40 años, y monseñor Bokalic consideró que "aún está muy frágil", que tiene "mucho por corregir", y anheló que los dirigentes "tengan la grandeza de reconocer errores" y "recuperen la credibilidad de nuestros jóvenes".
También apuntó como una de las grandes falencias, "la falta de independencia de poderes", porque no habrá soluciones si "se avasallan entre sí".
"La democracia es el mejor sistema que tenemos de organización de la sociedad, pero evidentemente nuestra democracia es todavía muy frágil, tiene muchas cosas por corregir. Vemos a menudo los efectos de algún tipo de incoherencias, de falta de límites, que impiden vivir en profundidad su espíritu", indicó el prelado.
Marcó como uno de los grandes problema a la "independencia de poderes", pues consideró que la democracia se asienta sobre esa independencia que se "ve permanentemente".
"No podemos lograr esa coordinación entre los poderes, uno no avasalla al otro, están para servir juntos, para estar buscando juntos la justicia, la paz, la prosperidad y la solución de los grandes problemas, y no es denigrándose, peleándose entre los poderes como debe funcionar la democracia", consideró.
Dijo que frente a estos problemas, "nuestra dirigencia tiene que recapacitar y hacer docencia, porque los de abajo vemos lo que está pasando, y eso no es sano para la vida democrática".
"Ojalá que este año, podamos entender que la democracia es de todos, no es de un grupito, algunos creen que son más actores y la democracia es fruto de un esfuerzo argentino que ha padecido muchísimos males como el de la dictadura, es la conquista de todo el pueblo argentino. Todos de alguna manera somos actores de esta recuperación de la democracia, y es un desafío", dijo.
"Ojalá tengamos la magnanimidad de saber reconocer errores. Uno puede avanzar si es capaz de reconocer errores, no negarlos, no meterlos debajo de la alfombra. Cuando voy al médico y me da un diagnóstico, si yo no lo asumo, no voy a afrontar el tratamiento. Ojalá tengamos esa grandeza para que podamos recuperar la credibilidad de los jóvenes, porque todo comienza a resquebrajarse por la falta de credibilidad, y depende de los actores sociales, que nuestros jóvenes tengan modelos coherentes. Sólo reconociendo nuestros errores seremos capaces de dar un paso adelante", concluyó.