La Dormida, un destino para disfrutar a pleno de la pesca y la naturaleza La Dormida, un destino para disfrutar a pleno de la pesca y la naturaleza
La ribereña localidad loretana de La Dormida es un espacio donde la naturaleza desborda en todos sus rincones. Posicionado como uno de los centros de pesca y turismo de aventura más importante de la provincia, el lugar es visitado por pescadores que llegan desde distintos puntos del país a disfrutar de sus bondades.
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La Dormida se encuentra sobre la ruta provincial N° 6, a 20 kilómetros al Este de la ciudad de Loreto. Es el centro de un amplio corredor que comienza en el departamento Silípica y se extiende hasta las costas barrancosas del departamento Salavina. Se trata de un interminable anillado de serpenteantes meandros que se encuentran surcados por una exuberante naturaleza que le impregnan un perfil único, lleno de sonidos y misterios, y que dieron nacimiento a leyendas populares ancestrales.
El lugar se caracteriza por tener un extenso paisaje de playas con arenas blancas que rematan en pequeños médanos que se pierden en montes de palanes, algarrobos y chañares, entre otros ejemplares de la flora loretana. Estos árboles ofrecen generosos sus aromas y sombras, lo que hace de La Dormida un lugar para disfrutar con todos los sentidos.
El paisaje de La Dormida, al igual que el de toda su zona de influencia, es completamente natural. En amplios sectores aún se mantiene virgen y muestra centenarios ejemplares de algarrobos y ceibos que brindan espesas sombras, ideales para acampar y disfrutar a pleno de la naturaleza en el marco del turismo de aventura.
Pesca deportiva
Navegando en gomones, los grupos de intrépidos pescadores acompañados por guías ingresan al cauce del Dulce para recorrer sus meandros. Ellos van en busca de la emoción que provoca la captura de un dorado, que luego de la fotografía de rigor será devuelto a las aguas.
En la actualidad hay cinco empresas que brindan el servicio de guía y flotadas. Ellas desarrollan sus actividades en un amplio sector del río Dulce, que se extiende desde el departamento Silípica hasta el departamento Salavina, pasando por Loreto y Atamisqui, en una extensión que supera los 150 kilómetros.
La pandemia y la pesca deportiva
“El pescador es un turista que se mueve con una lógica muy particular. No es un turista que se desplaza con su familia. él viene con un solo objetivo: vivir esa emoción única que produce la pesca del dorado en La Dormida. Pero la pandemia nos obligó a todos a cambiar de planes. Por eso cuando las actividades se fueron permitiendo, la pesca deportiva se fue recuperando lentamente. Son muchos los factores que deben confluir para contar con nuestros clientes, principalmente que ellos puedan reorganizar sus tiempos, a eso se suma el clima, el caudal del río, etc.”, informó David Ernesto Prado, uno de los líderes del equipo de guías de pesca loretano.
“Gracias al acuerdo de circulación firmado por las seis provincias norteñas, la actividad comenzó a recuperarse. Hoy estamos trabajando por debajo de lo que se acostumbra en esta temporada. De la misma forma que se nos caen reservas, surgen nuevas. Estamos trabajando en un contexto que es difícil para todos”, sostuvo el guía loretano.
La ocupación hotelera es variable
Los hoteles loretanos se encuentran con una ocupación variable: hay jornadas con buenos niveles de ocupación y otras en que las reservas son canceladas por distintos motivos. El pronóstico del clima es determinante para vivir y experimentar a pleno el turismo de aventura o la apasionante pesca del dorado, en un lugar único como La Dormida.
La recuperación del Dulce
En el verano del año 2003 se produjo una gran mortandad de peces que causó un fuerte impacto en la fauna ictícola del Mishqui Mayu. Esta circunstancia fue superada y el río ahora muestra su legendario esplendor. “Quizás para nosotros 17 años sea un período de tiempo importante, pero para el río es apenas un segundo. Y ese segundo le bastó para recuperarse y ofrecernos toda su riqueza, cuyo cuidado depende de todos y en especial de nosotros los santiagueños y en particular de los loretanos, muchos de los cuales vivimos de nuestro querido Mishqui Mayu”, apuntó David Ernesto Prado.
