"A veces, la muerte llega en la primera agresión física" "A veces, la muerte llega en la primera agresión física"
“Incluso hay casos de mujeres que las golpearon tanto la primera vez que esa misma fue la última. Muchas veces no se da un proceso que te golpean físicamente siempre, de una forma que una dice ‘no, esto tiene que acabar’, o hasta que llegan a matarte, como en los casos que están pasando ahora. Hay ocasiones en que psicológico, verbal, emocional, económico y al final, cuando el hombre ya está desquiciado y aunque sea la primera vez que la golpea, la termina matando”.
“Por eso es importante buscar ayuda. Gracias a Dios, en ese momento yo entendí esto y recurrí a profesionales. Yo suponía que ellos iban a ser discretos. Aún así, mi miedo era que salieran a contar a todo el barrio lo que me pasaba. No es fácil saber a quién recurrir, en quién confiar, dónde buscar ayuda”.
“Me fui a la UPA N° 5, me encontré con una obstétrica, que me ayudó. En esa época no hacían lo que ahora se llama trabajo de campo, pero sin que eso exista, ella lo hizo. Vino a mi casa, me ayudó, sentaba, tomada mate conmigo. Muchas veces mi marido estaba apoyado en la ventana mirando, y ella me decía ‘no tengas miedo, yo estoy aquí, no te preocupes’. Al romper yo el silencio y al ir ella, profesional, a mi casa, él se apaciguaba, porque cuando la mujer avanza, el hombre retrocede muchas veces”.
Mi hermana me pregunta ‘por Dios, ¿cómo has hecho para perdonar esos 13 años, olvidarte y hacer que ese hombre cambie y vivir vos con él?’. También vimos que se había roto la comunicación. Esa conducta él la traía aprendida, la tenía incorporada, y él no lo sabía. Entonces no hay que callarse, hay que decirle: ‘Pará, eso no está bien, me duele, me hace mal’, y él se da cuenta. En un momento, él me llegó a decir: ‘¿Por qué no me has dicho?’. Una supone que él sabía lo que estaba haciendo, pero no siempre es así. A veces no se dan cuenta”.
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