Una ayuda para poder hacerse entender en Brasil Una ayuda para poder hacerse entender en Brasil
No siempre resulta fácil poder comunicarse cuando se sale del país para veranear, y si bien por estos días abundan los argentinos o uruguayos que pueden dar una manito si están cerca, el idioma sigue siendo una barrera complicada de sortear, más si se trata de modismos o regionalismos.
Hace años que los argentinos hacen gala del "portuñol" que les permite hacerse entender y no tener complicaciones a la hora de pedir un plato de comida, cargar combustible, pagar una cuenta o salir de compras al supermercado. Los argentinos que van están convencidos de que entienden todo, y los brasileños saben que si quieren vender, se tienen que poder comunicar.
Así es como se fueron haciendo pequeños diccionarios improvisados, aprendiendo las palabras clave y modificando los carteles de sus negocios, para privilegiar los términos que se parecen más al español. De por sí, el brasileño es simpático y comunicativo, y los términos básicos de la educación están en el saludo.
Sorprender con bom dia (buen día), boa tarde (buenas tardes) y boa noite (buenas noches) es lo ideal. Fonéticamente hablando, para pronunciar la "d" de día y la "t" de noite, se debe mezclar con una "ch". Nuestro "gracias" en portugués se puede pensar como un "agradecido/a", porque la terminación varía por género. Los varones deben decir "obrigado". Las mujeres, "obrigada". "Hola" y "chau" se entienden perfectamente.
Frutas
Otro problema entre brasileños y argentinos de vacaciones es la forma de nombrar las frutas. Cada licuado implica un desafío, porque la mayoría no tiene tan en claro las equivalencias.
Las más diferentes son abacaxi (ananá) y morango (frutilla). Goiaba (guayaba) y açaí son dos típicas de allá que rara vez se encuentran en Argentina. Pruébelas sin miedo, están muy bien.
Para hacer las compras: "Tarjeta" (de crédito o débito) se dice cartão. Esa onda arriba de la "a" quiere decir que hay que nasalizarla. O sea, decirla como si se tuviera la nariz tapada. "Vuelto" es troco. "No" es não. En un restaurante, conviene recordar que frango es pollo; presunto, jamón; y guardanapo, servilleta.
Canudo quiere decir sorbete y los cubiertos son garfo y faca (tenedor y cuchillo). Cuchara, colher. Milho es choclo. En Brasil, borrachería en portugués no designa un bar o un lugar donde se venda alcohol, sino una gomería para autos.
Si le preguntan si la cadeira está desocupada, le quieren pedir prestada la silla. Si le ofrecen una porción de batatas, son sencillamente papas. Si le consultan por la largura de algo, se refieren al ancho y no al largo. Si le piden su sobrenome, hablan del apellido. Si alguien le dice que va a ligar con usted, quiere decir que lo va a llamar por teléfono o a contactar.
Si le preguntan si está de férias diga que sí, significa vacaciones.
El portuñol es una variedad lingüística que se da por contacto en zonas donde hablantes de español y portugués viven muy cerca. Porque las fronteras son líneas imaginarias y en la práctica todo termina estando más pegado de lo que parece.