"Mis hijos estuvieron a mi lado en los momentos más difíciles" "Mis hijos estuvieron a mi lado en los momentos más difíciles"
Para Mariel Taín (52) la vida le cambió hace 5 años. Falleció su papá y tuvo que hacerse cargo de todo el negocio familiar. Entre ellos, el gerenciamiento de estaciones de servicio y de otras empresas ligadas al rubro. Aquel año, también se le incendió la casa, su hijo sufrió un accidente y los problemas en las empresas se multiplicaron. Varios desafíos, así, de una. Mariel tiene tres hijos: Nicolás (33), Nacho (31) y Benjamín (14) quien tiene síndrome de Down.
Además de dos nietos, Vera Lua de 4 y un bebé de 3 meses. Cuenta que "yo fui mamá a los 19 años. A pesar de eso estudié y trabajé siempre". En los momentos difíciles, relata que "mis hijos estuvieron a la par mía en todo momento. Fue difícil pero hermoso. Un desafío constante. Mis hijos más grandes ya me acompañan en la empresa y trabajan conmigo". "Yo soy licenciada en Administración de Empresas pero la universidad no te enseña todo. Mi padre fue un gran maestro, en mi casa, en la calle y el trabajo. Uno de los momentos más difíciles lo pasé después de su fallecimiento. Ese año me pasó de todo", señaló.
Entre las situaciones que tuvo que pasar comentó que "se incendió mi casa accidentalmente y tuve que afrontar tanto lo que vino como reconstrucción a la par de tomar las riendas de la empresa y reordenar todo, porque lo de mi padre fue repentino y era un hombre muy activo y personalista. Si bien siempre estuve a la par de él, no es lo mismo estar sola".
Añadió que "también ese año pasaron muchas cosas muy complicadas dentro y fuera de las empresas y en la familia. Accidentes de mi hijo, fallecimiento de un empleado en el lugar de trabajo y otras tantas más. A todas las superé con la convicción de que hacer las cosas bien da buenos frutos. Sin prisa pero sin pausa, con paciencia y dedicación". Recordó que pudo avanzar "con mucha fe en Dios y el apoyo de todos los que están y estuvieron cerca. Nunca me faltó la gracia divina que me acompañó. Ante cada problema puse empeño de solución. Cada problema o dificultad era un nuevo desafío, una oportunidad de aprender y crecer".
Agregó que "mis hijos también fueron grandes maestros y compañeros. Mi Benjamín me acompaña siempre y viene a mi lugar de trabajo desde los 10 días de vida. Allí él tiene incluso su lugar de descanso y de juegos. Por eso soy una persona muy agradecida a todos quienes estuvieron y están cerca de mí. Tengo además a mi madre que estuvo y está cerca de mí siempre y ayudo con su cálida presencia".