Niños y jóvenes de un centro terapéutico quieren cumplir su sueño: que Abel Pintos los visite

En la vida de Adriana Garnica, una joven santiagueña de 22 años con Síndrome de Down, las melodías de Abel Pintos trascienden el sentido poético y musical y se transforman en su modo de expresar aquello que no puede decir, que le permite socializar y acercarse a quienes más ama. Las canciones de su ídolo, a quien tuvo la oportunidad de abrazar dos veces, son sus llaves para entrar en la sociedad, soñar, reír y contagiar alegría.

El sueño de Adriana es que su artista favorito pueda visitarla en Senderos Centro Educativo Terapéutico, el lugar donde ella estudia, hace terapia y recrea sus sueños de lunes a viernes. Con su sombrero “abelero” y una sonrisa fresca no tiene vergüenza de decir que lo quiere, que lo espera en el centro, donde las canciones de Abel se escuchan todos los días. Porque ella no es la única fanática, sino que todos los chicos que asisten a Senderos son fieles seguidores del cantautor. Todos quieren que en su visita a Santiago, el próximo 29 de julio, Abel los visite y para ello lanzaron una campaña por las redes sociales.

Fue la docente Camila García quien comenzó a viralizar por Facebook y Twitter la foto de Adriana con la carta para Abel. En la misma, la joven escribió:

“Querido Abel: soy Adriana Garnica de Santiago del Estero. Tengo 22 años y soy fanática de tus canciones; cuando las escucho siento que vuelo. Deseo un nuevo reencuentro. ¡Te quiero mucho!”.

Desde entonces, cientos de personas compartieron el posteo para que el deseo de los chicos pueda llegar a oídos de Abel.

Pasión “abelera”

Adriana heredó el fanatismo por Abel de sus hermanas mayores. Con ellas empezó a escuchar sus primeros discos y de pronto fue entrando en su magia. Hoy es la primera en buscar su lugar en cada show, en acercarse al hotel donde se hospeda junto a sus amigas “abeleras”.

“Cuando vino a Plaza Añoranzas ya le gustaba, pero no me animaba a llevarla. Después empezamos a andar con ella en todos los recitales. Así lo vimos todas las veces que estuvo en el festival de La Salamanca. él es una persona cariñosa y carismática; cuando uno ve cómo los trata a ellos, le invade un cariño tremendo”, comentó Francisca, mamá de Adriana.

En febrero pasado, Abel se presentó en La Salamanca y en la puerta del hotel, Adriana lo esperaba con una remera donde tiene grabada la primera foto que se tomaron juntos.

“Cuando me acerqué me dijo ‘mi amor’ y después me saludó desde el colectivo”, contó la joven a EL LIBERAL.

“Las hermanas mayores son fanáticas y a ella también le gusta. Ella escucha un tema y se pone a cantar. Se conoce todas las canciones, le presta atención”, agregó su papá Alberto.

Entre risas, Adriana confió que su padre “está celoso de Abel” porque todo el día en su casa se escucha sus canciones favoritas, que son “La llave” y “Te extraño”.

“Las canciones de él tienen tanto de vida y de realidad, por eso lo admiramos”, reveló Francisca, quien a esta altura se considera una “abelera” más.