“No miren arriba”, una propuesta tremendista “No miren arriba”, una propuesta tremendista
El premiado cineasta estadounidense Adam McKay estrenó en Netflix "No miren arriba", filme de humor negro que, a través de los protagónicos de Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence en los roles de dos astrónomos que descubren un asteroide que se dirige a la Tierra con consecuencias fatales para la humanidad, esboza una inteligente crítica social y política sobre los fenómenos negacionistas.
McKay, reconocido por su trabajo como director en "La gran apuesta" (2015) -que le valió un óscar a Mejor guion adaptado- suma un nuevo título a una trayectoria reciente caracterizada por la lente tragicómica con la que elige mirar y desmontar eventos y figuras de la política de su país que orbitan la corrupción, las crisis y la infamia.
En esta oportunidad el realizador se sitúa en un terreno muy contemporáneo que apunta contra el exceso de escepticismo y el estilo "trumpista" de ejercer el poder.
Para eso, McKay convocó a un elenco de aclamadas estrellas de Hollywood para dar vida a esta trama que pregunta a gritos por la supervivencia del sentido común.
Ahí encabezan DiCaprio y Lawrence, como el doctor Randall Mindy y su alumna, Kate Dibiansky, quienes durante su trabajo en un observatorio hallan un cometa del tamaño del monte Everest que impactará en el planeta Tierra en 6 meses.
La dupla de investigadores, con la compañía del doctor Oglethorpe (Rob Morgan), hacen lo imposible por instalar el tema y darle una oportunidad a la humanidad de prepararse para la catástrofe.
Y el relato abre dos frentes: el político y mediático, en la misión de convencer a la ciudadanía de la inevitable colisión.
En primer lugar aparece la legendaria Meryl Streep, en el papel de Janie Orlean, la presidenta de los EE.UU., quien con su hijo-jefe de Gabinete, Jason (Jonah Hill), conforman una mímica entre burlona y triste de los gobiernos de derecha y del uso de los temas relevantes y críticos para el futuro de la sociedad en beneficio electoral.
El asunto es trasladado a la pantalla grande por Cate Blanchett y Tyler Perry, transformados en un dúo estereotípico de conductores de The Daily Rip, un ciclo matutino que busca ponerle una sonrisa hasta a las noticias más terribles, en el que el doctor Mindy y Dibiansky dan su primer paso público en la misión por llamar la atención.