Malena Ratner da un salto protagónico en pandemia Malena Ratner da un salto protagónico en pandemia
Por Emilio Marcelo Jozami
(De la Redacción de EL LIBERAL)
Promover valores, fomentar la unión familiar, generar conciencia contra el ciberbullying, incentivar la práctica del deporte e impulsar la identificación y empatía son las premisas que tiene “Mi amigo hormiga”, obra de teatro que en sus inicios la pandemia mutó en serie televisiva y que el próximo 21 de enero tendrá su estreno vía streaming.
Malena Ratner, conocida mundialmente por sus trabajos para Disney en Violetta y Soy Luna, es una de las protagonistas de “Mi amigo hormiga”, cuyo elenco se completa con José Giménez Zapiola (“El Purre”), Agustina Cabo y Manu Ramos.
En una entrevista exclusiva con EL LIBERAL, vía Zoom, Ma-lena habló acerca de esta primera serie en rodarse en pandemia con los protocolos establecidos para la industria audiovisual en la Argentina. Un recorrido sobre problemáticas adolescentes que no sólo afectan a los jóvenes sino a la sociedad y el entorno en el que les toca vivir. Una serie que invita a reflexionar y a encontrar un punto en común, el amor propio y la manera de afrontar situaciones adversas.
¿En qué momento de tu vida te encuentra ‘Mi amigo hormiga’, la obra de teatro que la pandemia mutó en serie televisiva?
La pandemia mundial nos obligó a cancelar la obra de teatro y quedamos a la espera de cómo seguía; y también en pleno aislamiento surgió la idea de hacerla serie. Fue así como empezamos a grabar un piloto desde nuestras casas. Cada uno encerrado y filmándose... terminamos haciendo de vestuaristas, sonidistas, camarógrafos, porque no podíamos reunirnos con nadie. Y a través de este piloto se aprobó la idea de hacerlo serie. Para mí fue un lujo y estoy agradecida totalmente de poder volver a trabajar después de tantos meses, salir de mi casa, volver a un estudio de grabación. Si bien no se filmó en un estudio, pero ya sea un parque, una plaza, una casa alquilada, lo que sea, para nosotros es un estudio, un lugar sagrado adonde podemos hacer lo que amamos, así que fue increíble.
¿Cuál es la misión o el objetivo que tiene esta propuesta?
Yo siento que está queriendo que, al menos los adolescentes, la juventud, y ojalá también adultos, logren escuchar y también sentirse identificados. Uno de los mensajes más lindos que tiene la serie es ‘hablar’ porque a mí personalmente me toca interpretar, por ejemplo, a Micaela, que tiene muchas dificultades y trastornos que a muchos nos han pasado en la adolescencia, sobre todo a las mujeres. Entonces, me lleva a pensar que ojalá alguien que esté pasando por una situación así, cualquier persona que lo esté pasando mal pueda ver que no está sola y que puede hablar. Hay muchas cosas que de adolescentes nos pasan y que creemos que es el fin del mundo y que sólo nosotros lo estamos pasando, y en realidad cuando te abrís y lo hablás, muchos están en las mismas condiciones.
¿Consideraás que este proyecto, “Mi amigo hormiga”, contribuirá a iluminar cómo los adolescentes de hoy miran el mundo y cómo se pueden relacionar con él?
Ojalá, ojalá. Eso sería hermoso. Creo que cada personaje trata una dificultad o una problemática distinta justamente para eso, para que cada uno encuentre con quien identificarse y también visualizar el problema desde afuera, porque a veces, uno cuando está sumergido en esa situación, no encuentra salida, y no ve la situación como cuando se está desde afuera. “Amigo hormiga” plantea un montón de situaciones, desde Julián con su mamá, con su papá, con su hermana; ámbar también tiene su problemática con su familia; Renzo... todos. Cada uno tiene su partecita en esta historia para contar y ser escuchada, así que ojalá que sea así.
En el caso de tu personaje, ¿cuál es la problemática que desarrolla?
Micaela es la típica chica rebelde que uno cree que se come el mundo y se la sabe todas, y en realidad, en su interior está pasando por todos los tormentos que existen... muy insegura. Ella aparenta que se las sabe todas, que es segura y que va contra el mundo, pero tiene muchas inseguridades. Al final de la serie, no quiero spoilear, pero se termina mostrando que tiene un trastorno alimenticio, un complejo con su cuerpo, y esto fue también un crecimiento que hicimos con Diego (Oria, el director) mientras íbamos grabando. Ni hablar que todo eso repercute en sus relaciones, tanto en sus amistades, en su familia, como en el verse con otros chicos. Y yo intento rescatar que esto es lo más fuerte. Aunque tiene otros problemas con su familia...Yo creo que el mundo de hoy es tan rápido, con Instagram, Twitter, Tik Tok, que no frena y cada vez uno consume más la vida de los otros de una manera muy superficial. No la verdadera. Y uno ve tanto en estas redes como en la televisión y en publicidades una realidad que no es la verdadera y si te dejas llevar por eso, estamos complicados. Entonces, el rol de Micaela trata de dar ese mensajes, que todas hemos pasado por eso, que todas peleamos día a día por poder amarnos y valorarnos a uno mismo como somos.
¿Cómo vives vos particularmente lo que implica la pandemia?
No me puedo quejar, tengo mi casa, tengo para comer y estoy bien acompañada para pasar los días. Siento que hay mucha gente que lo ha pasado muy mal. Aún así, viéndolo desde el 2021, yo creo que fue un año que a muchos nos sirvió para meternos para adentro, escucharnos y sobre todo tratar de valorar lo que importa de verdad que, a veces, en la dinámica del día a día uno piensa que está todo ahí y no lo valora, como a la salud, los amigos, la familia, los detalles de poder dar un beso, de compartir un mate. Todo eso que dábamos por sentado vino el mundo a decirnos “no, basta, pongan una pausa, valoren y sepan aprovechar cada momento”.
¿Qué significó para vos poder trabajar en una obra con estas características de un mensaje profundo y real en lo que transmite?
A mí como actriz me encantó. Fue un desafío porque también fue todo de un día para el otro que se transformó en serie y que no iba a ser la misma historia que veníamos trabajando para la obra sino una precuela; y la transformación del personaje la fuimos haciendo día a día. La verdad es que agradezco la confianza y la entrega del director Diego Oria, porque estuvo siempre dispuesto a charlar cada cosa... Cuando te llega una propuesta así, con tanta responsabilidad de contar, al menos yo, fue informarme, hablar con nutricionistas, con gente que haya pasado por una situación así o parecida, hablar con mis amigas, porque a veces uno exagera esta situación de un problema alimenticio y después te das cuenta de que en todo círculo existió, aunque capaz no está tan hablado por vergüenza, por miedos, pero creo que todas las mujeres tenemos a alguien de nuestro círculo cerrado que tuvo algún problema... o inseguridades, miles. Es algo que toca muy fuerte. Fue una investigación y un desafío muy lindo que ojalá que se pueda apreciar y ver del otro lado.
¿Cuáles son tus expectativas en torno al estreno de la serie?
Estamos muy ansiosos todos. Queremos ver cuál es la respuesta de la gente, qué les parece. Por otra parte, a mí me gustaría muchísimo poder hacer la obra este año.
Las hormigas están cargadas de un significado que trasmutó al pasar del teatro a la televisión
Dicen los que saben que soñar con hormigas es, en líneas generales, un anuncio de desgracia. ¿Cuál es la interpretación que se hace de la obra escrita y dirigida por Diego Oria adonde las hormigas son dueñas de cierto significado?
Cuando íbamos a hacer la obra estaba planteada la problemática de las hormigas desde otro lugar, porque la serie viene a ser una precuela de lo que sería la obra de teatro. En la puesta las hormigas estaban también, pero vistas desde otro lado y coinciden un poco con lo que vos estás diciendo, y cuando se hizo serie no quisieron dejar de lado a las hormigas, pero en este caso se identifica más al padre de Julián (otro personaje principal), a la familia, en general, con este sentimiento de que no tenés la información completa y no te la están dando, a veces, por cuidarte, por creer que sos chico, o a veces porque toda familia tiene sus secretos y sus cosas, y Julián empieza a advertir esto y lo lleva a los sueños. Porque muchas veces también pasa esto, que el inconsciente nos habla en los sueños.
¿Cuál es el mensaje personal que te gustaría dejar con esta serie?
Tratemos de frenar un poco este mundo que no para... Quizás con una mirada un poco más adulta, veo las redes y siento miedo porque consumimos un ideal que no existe. Yo también he pasado por hacer 50 fotos hasta lograr esa, del movimiento justo, para subirla. Y a veces, se suben cosas solo para encajar con el resto. A mí me sirvió el tener a mis amigos, a mi familia, para bajar de una irrealidad. El sentimiento que me gustaría que quede es el de aceptarse, porque se siente hermoso. La serie “Mi amigo hormiga” habla mucho de identidad, que cada uno se pueda aceptar y amar tal cual como es y de as problemáticas que nos traspasan a todos. l