El cine recuperó a Arturo Puig El cine recuperó a Arturo Puig
Su primer acercamiento al cine fue en 1969 con La frontera olvidada. Después vendrían desde Los muchachos de mi barrio hasta He nacido en la ribera, Carmiña (su historia de amor), Contar hasta diez, La conquista del paraíso y prontuario de un argentino.
Pero, en 1989, convocado por el cineasta Jorge Polaco, Puig trabajó en la polémica Kindergarten, filme donde formó pareja artística con Graciela Borges y generó los más dispares comentarios por la temática que allí desarrolla.
Desde Kindergarten tuvo que esperar mucho para retomar su romance con el cine. En el 2011, Ana Katz lo llamó para que protagonice Los Marziano, donde hizo de hermano de Guillermo Francella. Confeso “espectador de cine”, como le dijo a EL LIBERAL, Puig volvió a los sets este año para protagonizar Tesis sobre un homicidio, con el niño mimado del séptimo arte en la Argentina, su gran amigo Ricardo Darín.
El cine volvió a mimarlo. Primero junto con Guillermo Francella, en Los Marziano, y ahora con Ricardo Darín en Tesis sobre un homicidio.
Estoy muy contento porque, la verdad, yo soy un gran espectador de cine. Hacer cine es algo que a mí, realmente, me fascina. Además, el cine le da a uno una proyección internacional importante. Por ejemplo, con Los Marziano fuimos al Festival Internacional de San Sebastian (España). Fue una gran experiencia porque uno se contactas con cineastas de distintas partes del mundo e intercambia ideas. Ahora, seguramente, voy a ir al Festival Internacional de Cine de San Pablo porque estoy nominado como Mejor Actor por Los Marziano. El cine me gusta mucho.
En Los Marziano, usted compuso a un hermano tosco, introvertido. ¿Qué característica tiene ese juez, amigo del penalista que interpreta Darín, de Tesis sobre un homicidio?
Interpreto a un juez, muy amigo del abogado que compone Ricardo. Incluso, mi personaje está casado con la ex mujer del penalista que hace Darín. A raíz de un asesinato, el personaje de Ricardo se obsesiona con un alumno (interpretado por Alberto Ammann, un actor argentino que vino de España). El Juez que hago, de alguna manera ha cuidado siempre a su amigo, lo ha protegido y cuando ocurre el crimen y descubre al asesino, que es uno de sus mejores alumnos, Ricardo me consulta antes de tomar una decisión. Tenemos un par de escenas muy lindas con Ricardo. La película es un policial muy interesante, de misterio, con bastante suspenso. Es prometedora.
¿Qué rescata de esta vuelta al cine y con una historia “prometedora”, como usted dice?
Ha sido una experiencia muy buena porque, primero, volver a trabajar con Ricardo ha sido una satisfacción porque nos conocemos mucho desde muy chico, él es más chico que yo (se ríe) y eso hace muy llevadero nuestro trabajo. Con Darín tenemos una amistad muy grande. Trabajar con él es placentero y divertido porque hacemos un trabajo serio, profesional en todo sentido. Nos tenemos muchísima confianza.
¿Cuándo la estrenan?
En el 2013. Aún no sabemos en que mes. Hace poco he hablado con el director (Hernán Goldfrid) y me comentó que está muy contento con mi participación y que las escenas salieron correctamente. He trabajado dos semanas intensas y estoy muy feliz de volver al cine, un género del arte que amo.
En Kindergarten, trabajó con Graciela Borges. ¿Cómo evoca la labor que desarrollaron en este vapuleado filme de Jorge Polaco?
Con ella nos llevamos muy bien. Graciela es una gran compañera y una gran actriz de cine. En cuanto a la película, yo tengo mis reparos.
¿En qué sentido tiene sus reparos?
En el sentido de que repudio las prohibiciones que sufrió hasta que se la permitió ver en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. No había nada para prohibir ni tampoco fue hecho de modo solapado ni nada de eso. Todo se hizo con conocimiento pero, opino, no se debió prohibirla de la manera en que se la hizo.
