Agotada "La casa de papel", te proponemos "El Barco" Agotada "La casa de papel", te proponemos "El Barco"
El público argentino se dejó llevar por el hipnotismo de “La casa de papel”, y apenas unas semanas del estreno de la segunda temporada en Netflix, los episodios se agotaron.
Para muchos el anuncio del próximo rodaje de la tercera temporada queda demasiado lejos y buscan casi con desesperación una serie que ocupe ese espacio vacío.
En la mira aparece la primera temporada de “El barco”; escrita por álex Pina, creador de "La casa de papel", esta serie nace como sucesora del éxito de “El internado” que ya combinaba lo fantástico con el melodrama.
Según consigna Paula Vázquez Prieto (Directora/Editora de “Hacerse la Crítica”) para lanacion.com.ar, la serie trata de un barco escuela que se aventura al océano con un variopinto elenco de tripulantes que acarrean misterios, cuentas pendientes y una misión que tiene mucho de suicida. Nuevamente aparecen el encierro y los efectos del aislamiento, pero esta vez en alta mar y con la amenaza de un experimento nuclear que puede destruir toda la Tierra. En el primer episodio ya se define el recetario de lo que se viene: un hijo no reconocido que llega buscando a su padre, una tormenta furiosa que parece destruir el barco, un delincuente abordo y una científica que esconde un secreto peligroso. Toda una promesa de alquimia imperfecta.
La serie éxito de Globomedia, con sus tres temporadas disponibles en Netflix, aprovecha inicialmente los recursos clásicos de los relatos de aventuras para luego concentrarse en los romances y las disputas entre sus bronceados e intrépidos navegantes (abusa un poco de los desfiles de músculos y bikinis, pero el sol y la cubierta parecen invitar a ello). El mar se convierte así en marco y límite de pasiones y enfrentamientos, que siempre encuentran nuevos rumbos con el final de cada episodio. Requiere tener un poco de paciencia para que la historia se arme, y entender al azar como aliado perfecto de los mejores planes, algo a lo que La casa de papel ya nos tuvo acostumbrados.