El Polaco se prepara para el éxito desde los 8 años El Polaco se prepara para el éxito desde los 8 años
Fue una de las incorporaciones más sorprendentes del "Bailando 2016" y se transformó, a fuerza de carisma y humildad, en uno de los preferidos del certamen. Ni las preguntas pesadas del jurado, ni los difíciles ritmos que tuvo que bailar lo avasallaron, y hoy, Ezequiel Cwirkaluk, para todos "El Polaco", es una de las figuras indiscutidas del certamen. Para cerrar el año, el 25 de noviembre tocará en el Luna Park. Según él, "será la frutilla del postre".
Con esa forma de decir suya, tan directa y sin rodeos, se refiere a los motivos que lo llevaron al lugar en el que está hoy: "Seguramente Showmatch es una gran vidriera. Y según como te manejes en la vida, se va a reflejar ahí. La gente te va a conocer porque es largo el certamen. Te podés hacer el boludo un ratito, pero es una maratón, así que salta la ficha de tu personalidad. Yo la estoy pasando muy bien, recibo mucho cariño, me estoy divirtiendo, es cansador, pero es lo que yo quería, lo que siempre quise, si me molestara, tendría que haber estudiado para ser piloto de avión. Creo que es más problema cuando estás descansado porque quiere decir que no estás haciendo mucho", dijo.
"Me vengo preparando para esto desde que tengo ocho años. Si bien este fue el mejor año de mi vida, me llega justo en un momento en el que estaba listo para que venga. Es mi forma de ser, como me ves, soy. No hago ningún personaje", afirmó sin vacilar el cantante. Recordando esos años de infancia, comentó que desde muy chico toca la batería, también puede sacar melodías con la guitarra y el bajo, porque dijo: "Me enamoré de la música desde chico. Igualmente, nunca me imaginé que iba a ser lo más importante de mi vida, poder comprarle ropa a mis hijas, un techo para mi familia, darles de comer, todo gracias a la música".
Así como no sabía que su vida estaría dedicada a cantar, el Polaco tampoco tenía otros planes: "No sabía que iba a ser de mi vida. Pensaba ‘que sea lo que Dios quiera’. Podía terminar en cualquier cosa, también estuvo la ayuda de Dios, soy creyente. Sé que hay un Dios que lo mira todo, y soy testigo de eso porque he pasado momentos muy tristes en mi vida. Estuve a punto de caer varias veces, pero tuve una mano que me salvó, una fuente para poder salir adelante", remarcó.
Ezequiel contó que su vida de pequeño fue dura, con un padre preso de adicciones, desocupado y su madre trabajando muchas horas al día, "me faltó cariño, por eso formé una familia de pendejo, tengo dos hijas que amo, y me encanta recibir el amor de la gente, no me niego para ninguna foto, y agradezco de corazón cuando me dicen algo lindo, por eso digo que siempre quise esto. En mi carrera hubo momentos buenos y malos, hay cosas lindas y cosas raras, tristes, no sé si decirles feas. Ahí tenés que mostrar entusiasmo y optimismo para salir. Hay que estar tranquilo, pensar, que como sea, vas a salir y vas a triunfar", señaló. Y confesó: "Hice todo al revés", porque formó una familia tempranamente, aunque analizó: "Cuando sos pendejo pensás que todo es joda, que está todo bien, te gusta el quilombo. Era terrible en esa época. Por eso digo que no sé que hubiese sido si no fuera cantante. Soy ‘jodón’, nunca cambié, ahora me cuido un poco más, no voy a mentir, mi cara lo dice. Me gusta salir con mis amigos, siempre soy el payaso de la banda".