El bombo de "Fatiga" se quedó en La Banda

Cuando el "Mansero" Guillermo "Fatiga" Reynoso murió hace casi 20 días en Buenos Aires, numerosos seguidores del folclorista les pidieron a sus hijos que sus restos fueran traídos a Santiago del Estero. Pero la decisión no era fácil.

Si bien la tercera voz de Los Manseros Santiagueños nació y se crió en el barrio Los Lagos, de La Banda, toda su vida la desarrolló luego en Buenos Aires, adonde vive su familia. Por esa razón, sus restos descansan en el cementerio de Morón, junto a los de su esposa. No obstante, sus hijos quieren que la ciudad que lo vio crecer tenga algo de él para recordarlo, además de su legado artístico.

Es así como el último bombo que "Fatiga" usó en distintos escenarios a lo largo de casi 10 años quedará en el Museo de La Banda, para que todos puedan sentir la eterna cercanía del "Mansero".

"Para mi viejo el bombo era una prolongación suya. El que dejamos es el que usó en los últimos diez años, el que lo acompañó incluso en su última actuación en Villa del Totoral, adonde tuvo su primera descompensación", señalaron sus hijos Hugo y Verónica a EL LIBERAL, quienes junto a Lorena viajaron desde Buenos Aires para participar anoche del homenaje que La Banda le rindió a "Fatiga"’ Reynoso en el marco de los festejos por los 104 años de la ciudad.

Ese último bombo se lo hizo Froilán González, a quien siempre recurría para algún arreglo o cambio de parches. "A mi papá no le gustaba dejar su bombo cuando viajaba. Siempre decía ‘voy con mi bombo y quiero volver a casa con él’. Pero a veces no se podía. Tenía que dajarlo para que se lo arreglaran", dijo Verónica.

Con el cuidado que sólo se le brinda a quien se ama, "Fatiga" se ocupaba personalmente de verificar que su bombo viajara bien durante las giras. "Le ponía un cartel que decía ‘frágil’ y les rogaba a los choferes que no lo colocaran cerca del motor", recordó Verónica, a lo que Hugo agregó: "Era muy cuidadoso con sus herramientas de trabajo".

A los hijos de "Fatiga", incluso a Martín, que no pudo asistir al homenaje por compromisos laborales contraídos con anterioridad, les cuesta desprenderse de los objetos que hablan del "Mansero", como, por ejemplo de su primer bombo, aquel que le hizo el padre del ‘Indio’ Froilán, y que quedará en el museo familiar.

"El Indio siempre le pidió a mi papá ese bombo, pero él nunca se lo quiso dar, porque era el primero que lo acompañó en su carrera. Froilán le decía, dame ese bombo y yo te hago diez, pero nunca hicieron trato", señaló Verónica y contó que ya pasaron por el patio de la Boca del Tigre y quedaron fascinados con el mural que Ricardo Herrera le dedicó a "Fatiga".

Así como el Museo de La Banda exhibirá en una vitrina el bombo de "Fatiga", la casa de Verónica Reynoso tendrá un espacio dedicado a los objetos de su padre. "La ropa de gaucho, las botas, el poncho, el primer bombo que usó, su teléfono viejo... todo estará resguardado por una vitrina, como en un museo", adelantó la hija.