La jardinera que fue policía ahora actúa La jardinera que fue policía ahora actúa
Sos una reincidente con Sergio Gonal...
Sergio es el culpable de mi creación artística. Fue él quien me dio la oportunidad de trabajar en la obra que presentó, hace cuatro años en el teatro Enrique Carreras. Volver a esta sala con dos bellísimas propuestas es fascinante.
¿Vas despegándote de la policía que detuvo a un “pez gordo” para qué comiencen a valorar a la comediante, a la vedette?
Sergio me presenta como actriz y es un título que me queda grande. Lo disfruto. Me preocupo y ocupo de que, el día de mañana, pueda llevar con orgullo ese título. Hoy en día, muchas personas creen que por estar dos minutos en cámara se pueden hacer llamar actriz. Es por eso que valoro el trabajar con personas como Sergio o Carlos.
¿Tu aprendizaje se va haciendo más con la práctica que con el estudio metódico?
Esto es así porque tengo dos maestros que me enseñan, me cuidan y me brindan contención. Aprender con la práctica también es difícil porque hay mucha gente que estudia y no tiene la posibilidad de lucirse en el escenario.
¿Vives tranquila como actriz o está el estigma de lo sucedido con Antonini Wilson?
Tomo en gracia lo que me pasó en el sentido de que el ser policía me ayudó a tener el personaje que tengo en El Rompeboda. Allí compongo a una mujer de carácter fuerte, y a eso lo saqué siendo policía. Antes era maestra jardinera. Imaginate, de maestra jardinera a policía y ahora a querer ser actriz, son cambios muy raros.
¿Trascendiste por tu actitud honesta o por tu cuerpo?
Si hoy en día tengo este trabajo es, simplemente, porque hice mi trabajo. Actué con honestidad y cumplí mi función como funcionaria pública. No es que yo inventé una pelea mediática para que alguien me tuviera en cuenta para estar en esto. Es todo al revés de lo que estamos acostumbrados a ver. Por eso lo disfruto tanto.
¿Tuviste que negociar para llegar?
No hice ni haré canjes con cosas que no me interesan para estar arriba del escenario o tener prensa. Con lo que me pasó aprendí tantas cosas que me paré ante la vida para afrontar todo. Sigo fiel a mis principios. Me manejo con honestidad.