La salud en verano: cómo evitar un golpe de calor y sus trastornos La salud en verano: cómo evitar un golpe de calor y sus trastornos
más horas de descanso,
viajes y actividades al aire
libre, pero para disfrutar
de esta estación sin problemas
de salud es necesario protegerse de
la exposición solar y tomar una serie de
medidas para evitar los golpes de calor.
Además, las altas temperaturas en Santiago
propician la proliferación de insectos
y animales venenosos, que pueden
ser muy riesgosas para la salud.
Es importante, entonces, tomar una serie
de precauciones para cuidar a los
niños y ancianos, que son las poblaciones
más vulnerables. Por todo ello,
en esta nueva entrega de PUNTOS DE
VISTA convocamos a profesionales de
salud para saber cómo cuidar la salud
durante el verano y evitar complicaciones.
En esta oportunidad la mesa estuvo integrada
por el Dr. Carlos Carabajal (pediatra),
el Dr. José Stenberg (cardiólogo
y deportólogo) y la Lic. Eugenia Madías
(nutricionista).
En primer lugar los profesionales coincidieron
en que en Santiago lo ideal es
realizar actividad física antes de las 10 o
bien después de las 18 horas, cuando el
sol no sea tan intenso.
“Si la exposición es más prolongada
hacia los rayos ultravioletas solares,
se produce lo que es el golpe de calor,
que se trata de una patología aguda,
que aparece de un momento para el
otro, casi inexplicable, y genera consecuencias
como fiebre, sudoración, piel
fría, palidez, vómitos, hasta un desmayo
o lipotimia”, explicó el Dr. Carlos Carabajal.
A esto el Dr. Stenberg agregó que “tenemos
que saber que la primera defensa
en nuestro organismo ante el calor, que
es producido por la actividad física, es
refrigerarlo mediante la evaporación.
Se produce la sudoración para eliminar
el calor, por tanto se va perdiendo líquido
que debe ser repuesto en cantidades
y calidades adecuadas. No sólo se pierde
agua, sino que también se pierden
minerales, que son fundamentales para
la función cerebral. Por lo tanto, debemos
devolverle un líquido que contenga
minerales adecuadas, como son las
bebidas deportivas y los jugos de frutas”.
La Lic. Madías aportó que “lo ideal es
aumentar el consumo de frutas, verduras
y agua en las altas temperaturas.
También eliminar las frutas y comidas
con alto contenido en grasas, porque
producen una digestión lenta y si la
persona hace actividad física se siente
pesada”.
Niños
Uno de los ejes tratados fue el cuidado
en los niños, por lo que los profesionales
apuntaron a la responsabilidad de los
padres.
“Es una época en donde algunos virus
del verano tienen una acción directa en
el organismo y produce fundamentalmente
gastroenterocolitis, vómito y diarrea.
Después hay otras enfermedades
que tienen relación con el calor, que tienen
que ver con las picaduras de insectos,
por ejemplo, o los accidentes domésticos”,
señaló el Dr. Carabajal.
Para evitar este tipo de complicaciones,
recomendaron respetar las horas de exposición
(hasta las 10 y después de las
18) y llevar adelante una alimentación
apropiada y constante hidratación.
“En los niños sobre todo se debe controlar
la comida chatarra. Si bien no es
aconsejable que la coman todos los días,
que sea de vez en cuando y en pequeñas
porciones”, sumó la Lic Madías, presidente
del Colegio de Nutricionistas de
Santiago del Estero.
En este sentido, el Dr. Carabajal dijo:
“Hay que recalcar que en la mala comida
de los niños, no son responsables ellos
sino los adultos. Ellos deben marcar la
conducta alimentaria necesaria para los
niños”.
Por su parte, el Dr. Stenberg sostuvo que
en esta época de colonia de vacaciones,
“los niños realicen las actividades físicas
sólo por la mañana hasta las 10 al aire libre,
incluso con exposición al sol. Después
de este horario se puede trabajar
en ambientes más protegidos, que sean
salones refrigerados o ambientes que no
tengan exposición solar”.