“Es una enfermedad multisistémica, que no sólo afecta al intestino, sino a todos los órganos” “Es una enfermedad multisistémica, que no sólo afecta al intestino, sino a todos los órganos”
Antes se decía que la enfermedad
celíaca era crónica, que afectaba
al intestino delgado y que producía
en el paciente un deterioro progresivo
porque el paciente presentaba vómitos,
diarrea y desnutrición. Sin embargo,
muchos médicos en la actualidad
siguen aferrados a esa definición. Entonces,
si no ven un paciente que tiene
estos síntomas, no piensan en la enfermedad
celíaca. Pero ahora hay otra
definición más compleja y más completa
que dice que se trata de una enfermedad
multisistémica, que no solo
afecta al intestino, sino a todos los órganos
y por eso, afecta desde el intestino
delgado (su punto de partida) y
se manifiesta en uno o varios órganos
más. Esa enfermedad es autoinmune,
lo que quiere decir que el mismo cuerpo
no reconoce como sí mismo a la célula
del intestino, que es en donde se
origina la enfermedad.
El elemento que produce esta enfermedad
está diagnosticado, y es el
gluten de las harinas y a su vez, esa
persona tiene que tener una predisposición
genética, es decir, haber heredado
anticuerpos de histocompatibilidad
que son los que determinan el rechazo
o no de las distintas sustancia al
cuerpo. Como el celíaco lo tiene, todo
en conjunto determina la enfermedad
celíaca.
Si hoy viene un paciente manifestando
que hace año que es anémico,
ese paciente irá al médico hematólogo
para que le cure su enfermedad y
pasarán los años y seguirá con tratamiento,
sin ver resultados. Seguramente
es un celíaco. Vendrá una mujer
en edad fértil y manifestará el ginecólogo
que no puede tener hijos, y
posiblemente sea celíaca. Pasa lo mismo
con los niños quienes sufren frecuentemente
por sus dientes con caries,
con dolor de hueso, no crecen, y
es potencialmente un celíaco.
Entonces, cuando digo que es una
enfermedad multisistémica es porque
no se muestra solo en el intestino, sino
en cualquier parte; y ahí está la capacidad
del médico de pensar en una
enfermedad celíaca, hacer el diagnóstico
o derivarlo a un especialista. Todo
esto se resume en una frase que siempre
uso: “Lo que la mente no sabe, el
ojo no ve”.
Diagnóstico
Cuando viene un paciente con la
clínica de un paciente celíaco, es decir,
delgado, con un volumen importante
de su abdomen, con caída de pelo
o anemia, comenzamos a sospechar
que padece celiaquía. Es ahí en donde
yo aplico mi teoría del “15, 20 y 1”, que
significa 15 minutos para escuchar
al paciente, 20 minutos para hacer el
diagnóstico y 1 vida para tratarlo.
Los análisis para determinar la
enfermedad serán de sangre y darán
positivo o negativo. En ese momento
se debe realizar una endoscopia
para confirmar a través de muestras
de biopsias, las cuales se acomodarán
de tal modo para que el patólogo
pueda analizar y finalmente corroborar
que es compatible con la enfermedad
celíaca. En ese momento el paciente
deberá volver con los análisis y
la endoscopía y la biopsia, con lo que
se estudia todo en su conjunto y recién
el médico diagnostica la celiaquía, por
lo que deberá hacer una dieta que no
tenga trigo, avena, cebada y centeno
de por vida.
A cualquier edad
Antes se hablaba de la enfermedad
celíaca como enfermedad del niño, y
del adulto. Se pensaba que eran dos
entidades totalmente distintas; lo que
sucede es que hay pacientes que van
a desarrollar su enfermedad en la niñez
y el médico lo diagnosticará en ese
momento. Pero el niño no diagnosticado,
es muy probable que llegue a la
adolescencia y los síntomas desaparezcan
porque la enfermedad entra en
un período en el que no dará ninguna
manifestación. Entonces llegan a los
22 años y recién vuelven a aparecer
aquellos síntomas de la niñez. Entonces,
no hay una edad para ser celíacos,
puede pasar en cualquier momento de
la vida.
Se trata de una enfermedad que
tiene una predisposición hereditaria.
Si alguno de los padres fue celíaco, seguramente
un niño tendrá más posibilidades
de ser celíaco; y en el caso de
la mujer, hay tres veces más de posibilidad
de serlo.
Se dice que cada 100 pacientes,
uno es celíaco, a nivel mundial.
Riesgos
Es difícil hacer el seguimiento del
paciente porque el celíaco, una vez
que se lo diagnostica, no vuelve a consultorio,
porque empieza a sentirse
bien y ya no siente la necesidad de ir
al médico.
Pero pasa que el celíaco al sentirse
bien se olvida de hacerse los controles
anuales o bianuales y en esos controles
pueden aparecer muchas otras cosas
más, como osteosporosis, diabetes,
hipotiroidismo. Son enfermedades
asociadas o relacionadas y hay una
gran diferencia.