"Los casos humanos descriptos son pocos, pero son muy graves", advirtió el epidemiólogo Pizzi sobre esta zoonosis

El reconocido infectólogo y epidemiólogo cordobés, Hugo Pizzi, se refirió a la presencia de la gripe aviar en la Argentina y al desafío de evitar que se propague hacia las zonas productoras avícolas. También, dijo que los casos en humanos son muy pocos, pero graves.

El experto dialogó con EL LIBERAL y contó sobre cuál es la tarea a realizar para evitar la propagación y también cómo evitar contagiarse.

"Esto (la enfermedad) llega con tres corrientes de aves migrantes y la primera se detecta -ya con la advertencia que nos habían hecho 13 países de la presencia en América desde Canadá hacia abajo- con unos gansos andinos que se posaron en la laguna el Pozuelo de Jujuy. Los guardaparques se dieron cuenta que había aves enfermas y una murió y se las dieron al Senasa que detectó la enfermedad", contó.

"El problema que se nos planteaba era si esta enfermedad que estaba en aves exóticas podía llegar a las aves nativas o autóctonas y luego el problema se complicó porque hay gallineros de Salta y de Córdoba que están con gallinas contaminadas. Por lo tanto el problema es ahora evitar que lleguen a las provincias productoras avícolas", alertó.

En ese sentido, dijo que hay galpones o productores que tienen hasta un 1.5 millón de ponedoras, o hasta 3 millones de pollos en engorde. Recordó que en Hong Kong cuando se detectó la presencia de la gripe aviar, se sacrificaron millones de aves que tenían para carne de expendio.

Explicó que un ave enferma, hasta 10 días elimina virus por todas sus secreciones: nariz, pico y materia fecal. "O sea, por 10 días puede contaminar. Si un humano está cerca y la toca y se lleva la mano a la boca o nariz, o inhala, se puede contaminar".

Señaló que "los casos humanos descriptos son pocos, pero son muy graves. Tienen un índice de mortandad del 80% y hay muchos antecedentes en el mundo de esta peste".

Síntomas

Pizzi dijo que en un humano, la enfermedad empieza a manifestarse como una gripe, con cefalea, fiebre, cansancio, dolor muscular. "Si uno acude al médico tempranamente en el debut, es muy probable que el médico la corte. Pero si lo deja avanzar y llega a una neumonía bilateral, es muy difícil de manejar. El tratamiento es al principio con antivirales, hidratación y reposo, pero tiene que ser al principio", recalcó.

Puso de relieve que "hoy la gran lucha es evitar que el virus entre a los lugares donde se trabaja con pollo. Por eso los veterinarios inmersos en este problemática recomiendan que se entre a los galpones con trajes especiales, con barbijo y que se trate de combatir a todas las aves que puedan ir desde la periferia en búsqueda de alimento como por ejemplo gorriones, palomas que tienen que estar alejadas de estos establecimientos avícolas. Es un desafío para la región, Chile, Bolivia, Paraguay y Brasil están detectando casos. El éxito va a estar en cómo nos manejemos y cómo cortar la cadena epidemiológica".

En el caso de los gallineros, recomendó que se los mantenga aislados a los animales y "ponerles el alimento a ellos y no tirar al aire, porque por ahí hay aves externas como palomas, gorriones, que van a buscar ese alimento y se mezcla el ave doméstica con las silvestres".