Sergio Sinay: "A la sociedad la veo desanimada, totalmente entregada; bajó los brazos"

Por Emilio Marcelo Jozami. De la Redacción de EL LIBERAL.

Con una mirada cruda, a la vez profunda y reflexiva, el intelectual Sergio Sinay sostuvo que la dirigencia política vive enfrascada en sus internas, ajena a los problemas cotidianos de la gente, y que no está a la altura de los problemas que atraviesa la Argentina. Del mismo modo, sostuvo que la sociedad "bajó los brazos y está entregada", luego de años de ser defraudada reiteradamente por sus gobernantes.

El reconocido escritor y pensador santiagueño -oriundo de La Banda- que está radicado en Buenos Aires y que escribe para los principales medios nacionales, dialogó con EL LIBERAL sobre las elecciones nacionales y dijo lo que piensa de los políticos, y de cómo hoy la sociedad vive este tiempo.

-¿Qué opinión tiene de los dirigentes políticos del oficialismo y de la oposición en esta etapa tan complicada y preelectoral?

-Mi opinión con respecto a los dirigentes, tanto del oficialismo como de la oposición, es que no están a la altura del compromiso y de la responsabilidad que requiere un país que atraviesa una situación económica y social de la gravedad que vive hoy la Argentina. La verdad es que da un poco de lástima, no digo vergüenza ajena porque uno nunca puede tener vergüenza por otro, pero ellos no tienen vergüenza, no parecen tener vergüenza de estar ajenos y totalmente indiferentes a las necesidades de un país que tiene un 40% de pobreza, que tiene una indigencia que va en aumento, y que vive con una inflación que lo coloca a la cabeza de la tabla de los países con peores condiciones económicas del mundo. Y ellos están absolutamente enfrascados en sus minúsculas y miserables -desde el punto de vista moral- rencillas internas, peleándose por espacios de poder, incluso por un hueso que todavía no han alcanzado a tener. Cada uno a su manera, con estilos diferentes en algunos espacios y con el mismo estilo en muchos otros, el oficialismo y la oposición, sus dirigentes, muestran esta cara.

-¿Qué les diría o qué les pediría?

-Les pediría sin esperanza de ser escuchado como es una desesperanza compartida creo que por la mayoría de la ciudadanía argentina, que salgan de su indiferencia, de su egoísmo, de sus intereses pobrísimos desde el punto de vista político, desde el punto de vista moral, que dejen de estar de espaldas a la ciudadanía, que miren por una vez de frente y con los ojos abiertos la situación de esa ciudadanía y si ya que han elegido vivir en la política y muchos de ellos o una gran mayoría de ellos vivir de la política, piensen qué es lo que como político y para honrar a ese nombre, pueden hacer por esa ciudadanía hasta la que hoy ignoran.

¿Cómo nota a la sociedad? ¿Desanimada, vencida, con esperanza de un futuro mejor, resignada?

-A la sociedad la veo desanimada, víctima de lo que se conoce en otros planos como síndrome de indefensión adquirida, que es el síndrome que aqueja por ejemplo a personas que han sido abusadas a lo largo de mucho tiempo, pueden ser mujeres, niños, incluso muchos hombres débiles o indefensos, personas que después de haber sido abusadas, golpeadas, reiteradamente violadas no solo en el aspecto físico, durante mucho tiempo, bajan los brazos convencidas de que no hay defensa y quedan definitivamente a merced del agresor. A esta altura de la situación de las circunstancias, la sociedad argentina padece de ese síndrome y ya ni siquiera protesta. Recordemos que hasta hace pocos años, e incluso por mucho menos de lo que se vive hoy, había cacerolazos por ejemplo. Hoy las capas de las cacerolas descansan en paz y la sociedad aparece totalmente pasiva, totalmente entregada a sus abusadores, los dirigentes.

¿Cómo se puede aprovechar la crisis en sentido positivo a nivel personal y familiar?

Que una crisis sea una oportunidad depende de quienes la padecen. Las crisis no son oportunidades en sí mismas. Las crisis cuando no sirven para despertar, estimular o crear recursos que permitan salir de ellas de una manera creativa, de una manera transformadora, de una manera que permita cambiar el panorama que se vive, cuando no se hace nada de eso, las crisis son simplemente crisis y no son oportunidades. De manera que transformar una crisis como la que se vive hoy en el plano colectivo y para muchos, para una enorme mayoría de argentinos también en el plano individual, desde el punto de vista laboral, económico social, para que eso pueda ser una oportunidad, hay que poner mucho desde lo personal. Hay que crear espacios de cooperación donde hoy hay espacios de confrontación; hay que salir de la intolerancia que enfrenta a miembros de la sociedad en muchos aspectos para beneficio de los políticos. Que al tener una sociedad agrietada y enfrentada son menos cuestionados y tienen por ejemplo más campos de orégano para sus propias trapisondas. Para que una crisis como la actual sea una oportunidad tiene que haber un enorme y poderoso cambio de actitud en una sociedad que por ahora parece demasiado pasiva.

Las principales definiciones del intelectual

"Hay que salir de la intolerancia que enfrenta a miembros de la sociedad en muchos aspectos para beneficio de los políticos".

"Les pediría a los dirigentes, sin esperanza de ser escuchado, que salgan de su indiferencia, de su egoísmo".

"Hoy las tapas de las cacerolas descansan en paz y la sociedad parece totalmente pasiva, totalmente entregada a sus abusadores, los dirigentes".

"(Los dirigentes) están absolutamente enfrascados en sus minúsculas y miserables -desde el punto de vista moral- rencillas internas, peleándose por espacios de poder, incluso por un hueso que todavía no han alcanzado a tener".