Facundo Manes: “Los desafíos que tenemos, no los puede resolver ningún sector por sí solo”

hace más de una década,

muy conocido y respetado por

su capacidad como neurocientífico,

pero en la actualidad su

irrupción en la política integrando

la alianza de Juntos por el

Cambio, lo ha puesto en un lugar

mucho más visible porque

es un electorado el que quiere

saber cómo piensa. En una entrevista

con EL LIBERAL habla

de su visión política del país y

de su postulación para las elecciones

de este domingo.

Hubo críticas a su postulación

por su inexperiencia

en la política.

-Cuando dimos el paso y

decidimos participar en la interna

de Juntos, me criticaban

diciéndome que yo iba a complicar

y perjudicar a la coalición.

Y los resultados de la votación

demostraron que sucedió

todo lo contrario: logramos

ampliarla y fortalecerla. En las

Paso logramos llegar a sectores

donde antes Cambiemos

no llegaba, volvimos a incluir el

voto que estaba desencantado

con Cambiemos y sumamos incluso

el voto de gente que no

había votado a esta coalición

en el pasado. Esos 1.3 millones

de bonaerenses que nos

votaron nos eligieron porque,

en pocas semanas, logramos

construir un movimiento con

una identidad muy fuerte. Ganamos

en la mayoría de los distritos

de la Provincia de Buenos

Aires y -por primera vez

desde el 83’- le ganamos al peronismo

unido.

Creo profundamente que

el resultado de las Primarias

fue muy positivo para la oposición.

Lo que tiene que hacer

una coalición es ampliarse,

no cerrarse ni ser dogmática.

Las coaliciones que funcionan

son las que se ponen de

acuerdo en proyectos concretos.

El proceso puede ser incómodo

y generar tensiones, claro.

Pero también la política es

eso: debatir con otras ideas y

llegar a un acuerdo que involucre

lo mejor de ambas partes.

Nuestro objetivo con Diego no

es fusionarnos, es seguir cada

uno con su identidad, con lo

que representa, y conservar,

honrar y ampliar el voto que

tuvimos.

¿Qué busca sumarle a

la política con su participación?

-¿Cómo no dar este paso

cuando hay tanto dolor en

nuestro país? Estamos viviendo

una crisis multidimensional,

la peor de nuestra historia.

Los desafíos que tenemos por

delante no los puede resolver

ningún sector por sí solo. Tenemos

que ser cada vez más

los convencidos de que el futuro

de la Argentina no está escrito,

sino que depende de todos

nosotros. Por eso todos

tenemos que involucrarnos.

Hoy somos muchos los que antes

veíamos a la política como

algo del otro y ahora nos damos

cuenta que es algo de todos

que tenemos que sumar,

transformar, enriquecer. Mucha

gente está desencantada

con la política, pero es la mejor

herramienta que tenemos

para la transformación social,

de eso no tengo dudas. Sobre

todo quiero ayudar a saldar la

enorme deuda de inspiración

que tenemos con las nuevas

generaciones. Es otra de las

cosas que me animó a dar este

paso: trabajar para impulsar

a los jóvenes a que sigan ideas,

no a personas, a que no acepten

las cosas como son, a que

luchen, a que salgan y que reescriban

la historia. Hace muchos

años que perdimos el

sueño colectivo y es responsabilidad

de todos lograr recuperarlo

para volver a soñar y hacer

el país en el que queremos

vivir.

¿Cuál es su idea de país

y las herramientas para

llegar a ese lugar?

-Necesitamos reformas y

transformaciones que ataquen

las causas y no solo los síntomas

de nuestros problemas.

Por eso no puede ser con las

mismas prácticas que nos trajeron

hasta acá. Necesitamos

una transformación profunda.

Necesitamos una “Revolución

del Conocimiento”, que si bien

puede sonar como algo abstracto

o lejano, en realidad es

lo que nos permite mejorar la

vida de las personas todos los

días. Los países que se han desarrollado

lo han hecho gracias

al conocimiento. Nosotros proyectamos

un país que apueste

por el trabajo de calidad, por la

productividad y que ponga como

prioridad la mayor riqueza

que tenemos como país: el

talento y el capital humano de

cada uno de los argentinos.

Esa es la revolución que necesitamos.

Y tenemos que tener en

claro que ese proyecto lo hacemos

entre todos. Necesitamos

convocar a toda la sociedad.

Ese es el país que sueño:

una Argentina unida detrás de

un sueño común que nos saque

de esta crisis tan tremenda

que estamos atravesando y

nos encamine de una vez por

todas hacia el desarrollo.

¿Por qué dice que son

clientelares las medidas

del gobierno nacional tras

las Paso?

-Porque, una vez más, se

trata de medidas aisladas que

no responden a un proyecto

de país. La Argentina necesita

desesperadamente un rumbo,

no políticas disgregadas que

actúen como parches para salir

del apuro. En estos últimos

meses recorrí los lugares más

pobres de la provincia y me encontré

con una situación muy

particular: si bien muchos de

los adultos sienten que perdieron

las esperanzas de que su

situación pueda mejorar, están

fuertemente decididos a no

comprometer el futuro de sus

hijos. Ese es el límite. Están

determinados a evitarles el sufrimiento

por el que ellos mismos

están pasando.

La gente quiere trabajar.

Los chicos necesitan educación,

contención, comer bien

todos los días, tener una perspectiva

de futuro. No se puede

comprar la dignidad de las personas.

Creo que el resultado

de las Paso mostró el quiebre

que se produjo entre la gente

y este tipo de políticas. Somos

muchísimos los que queremos

hacer la Argentina que soñamos

y dejar de emparchar.

¿Cómo se puede confiar en el aporte del radicalismo que fue socio de Macri

que dejó una crisis económica?

Aunque mi corazoncito sea radical yo fui muy crítico del rol de

la UCR durante el gobierno de Cambiemos. Uno de los problemas

que tuvo la coalición fue la falta de heterogeneidad, era de un solo

color. Eso no fue malo solamente para la coalición, sino que fue

malo para el país. El radicalismo no tenía la voz necesaria para impulsar

los ideales fundantes del partido, que pueden parecer antiguos

pero que hoy están más vigentes que nunca: la honestidad,

las instituciones, el bien común. Creo que ahora la sociedad necesita

de lo que yo llamo “el nuevo radicalismo”. Los partidos políticos

no tienen el derecho divino de existir, sino que se reinventan

y se acomodan a los tiempos que corren porque si no se deterioran.

Tenemos que hacer una alianza centro popular porque el

futuro de la Argentina es por el centro, no por los extremos. Entonces,

el radicalismo tiene que moverse desde ese centro y convocar

a todos los sectores. En su momento la UCR fue clave para

reconstruir la democracia y hoy tiene que ser clave para generar

un proyecto de país que nos encamine finalmente hacia el progreso.

Pero creo que este nuevo proceso tiene que estar liderado

por el radicalismo, y no sólo acompañado por el radicalismo.

El apoyo a Natalia Neme y a Pérez Carletti

"Aprovecho esta entrevista para decirles a todos los santiagueños

que este 14 de noviembre tienen la oportunidad

histórica de cambiar con el equipo de Natalia Neme gobernadora

y con Facundo Pérez Carletti, diputado nacional. Es momento

de dejar atrás las prácticas de siempre y las fórmulas

de siempre. Queremos un Santiago con democracia moderna

y calidad institucional. Necesitamos una provincia con liderazgos

modernos".