"Tras una historia de postergación Santiago del Estero ha encontrado un lugar adecuado dentro del país"

Los historiadores argentinos Eduardo Lazzari y Luis Alberto Romero disertarán hoy a las 20.30 sobre "Los 200 años de la independencia y Santiago del Estero", en la sala "San Martín" de la Feria Provincial del Libro, que se desarrallará en el Fórum hasta el domingo (ver Pag. 13).

La charla de Lazzari y Romero se da en el marco del ciclo de conferencias "Argentina y el mundo" que impulsan las fundaciones Hamburgo y Cultural Santiago del Estero.

En una entrevista con EL LIBERAL, los prestigiosos conferencistas se refirieron al aporte que hizo Santiago del Estero en el proceso de estos doscientos años de la independencia.

"Hemos estado con el profesor Romero trabajando sobre la idea de vincular la historia argentina y lo que Santiago del Estero aportó", remarcó Lazzari.

"Es una ciudad muy interesante porque tiene un derrotero, sobre todo tomando en cuenta lo que es esta zona del país, de adhesión en el complicado tiempo de la organización nacional a lo que fue la construcción de ese Estado a partir de la presidencia de Mitre", añadió.

"La idea es transitar estos años y hemos tenido la suerte de ir encontrando muchos elementos en común", enfatizó el también presidente de la Junta de Estudios Históricos del Buen Ayre (Jehba).

"La parte más ingrata"

En tanto, y complementando lo que sostuvo Lazzari, Luis Alberto Romero ahondó: "Tomando la parte más ingrata, en verdad, el siglo XX no ha sido amable para Santiago del Estero, porque todo el país tuvo y la provincia quedó cada vez más postergada. Padeció casi una depredación de su riqueza forestal en la época de la explotación del quebracho. Luego, tuvo una emigración muy grande".

Romero, en su enjundioso análisis ante EL LIBERAL, enfatizó que "Santiago del Estero contribuyó muchísimo al crecimiento del Gran Buenos Aires".

De todos modos, el investigador destacó: "Tenemos la impresión de que esto ha cambiado mucho en estos últimos veinte o treinta años a partir del desarrollo de la soja y que finalmente Santiago ha encontrado un lugar adecuado dentro del país".

"En verdad, es un conocimiento un poco de afuera. Esperamos, en estos días que vamos a estar acá, interiorizarnos. De todos modos, basta bajar del avión y llegar hasta acá (el centro de la ciudad) para darse cuenta de que la provincia anda bien".

Revisionismo

¿La charla es revisionista de la historia?

LAZZARI: Con Luis Alberto (por Romero), vamos a estar de acuerdo en que la discusión entre la historiografía liberal y la historiografía revisionista es una discusión pasada de moda. Es decir, es volver a discutir algo que la Argentina, y sobre todo los historiadores profesionales, zanjaron hoy. La Argentina tiene un desarrollo en las universidades y en todos los institutos que se dedican a la historia donde se la aborda profesionalmente fuera de lo que puede ser la posición ideológica que uno puede tomar. Es decir, el historiador tiene el deber de ir a los hechos, a todos los hechos y, sobre todo, de respetar el contexto. Los dos compartimos algo que somos hinchas del Racing Club de Avellaneda. Entonces, solemos solazarnos hablando del equipo de José (por el inolvidable jugador de fútbol y DT Juan José Pizzuti). Pero, eso ya está, ya fue. Nos preocupamos cuando perdemos los partidos que perdemos en este tiempo. Con el revisionismo pasaría algo parecido. Es una discusión que ya está fuera de tiempo. Hoy día hay que abordar la historia como ese lugar en el cual los hechos que hicieron quienes nos precedieron en el camino de la construcción nacional pueden, su interpretación, ayudarnos a entender el presente y nosotros tratar de abstenernos, no de pensar el futuro, pero sí de proyectar el futuro porque de eso nos hemos llevado bastantes sorpresas.

ROMERO: Yo le agregaría un poco a lo que dice Eduardo que los historiadores somos siempre revisionistas. La obligación de cualquiera que empieza una investigación es decir en estos momentos se piensa esto, pero yo voy a mostrar que hay esta otra variante. Pero, nadie tiene la idea de que él sólo va a escribir toda la historia de nuevo sino que cada uno va revisando su pedacito y por eso el conocimiento se va haciendo más rico. Yo les diría que la historia que se hace hoy es muy distinta a la que se hacía hace veinte años y, seguramente, en diez años ya habrá cambiado mucho. Para dar un ejemplo, hoy una cosa que les preocupa mucho a los historiadores es cómo armar un relato de la Nación argentina que no sea visto solamente desde Buenos Aires sino de encontrar otros puntos de vista, más federal, más amplio y más nacional en el auténtico sentido de la palabra. Eso solo ya implica una revisión muy grande que no es pelearse con nadie sino ampliar la mira.