Cristina Kirchner decidió hacer silencio y no hablará sobre López

Un par de líneas, algunos garabatos e ideas sueltas anotadas en el margen de una hoja. El boceto que pretendía transformarse en una carta pública por ahora quedará guardado en un cajón de la residencia de Cristina Kirchner en la bella Calafate.

Finalmente la ex jefa de Estado no se pronunciará en público sobre el obsceno escándalo de corrupción que dejó en terapia intensiva el proyecto político que lideró junto a su marido durante la última década.

El punto de quiebre que torció el impulso inicial de sentar una posición pública surgió ayer en una reunión con familiares y allegados del círculo íntimo. Ese mismo grupo del que en algún momento formó parte el hombre de la semana: José López. Cristina Kirchner escuchó, asintió y aceptó la idea de quienes creían que es mejor hacer silencio.

Mientras tanto las noticias y las redes sociales no le dan tregua. Las imágenes de ella y de su entorno rodeados de billetes de dólares se transformaron en la moda de turno en el mensajero WhatsApp.

Los problemas no son sólo de imagen. También hay algunos temas de construcción política que atender. Por ejemplo, sus bloques de senadores y diputados comenzaron a derrumbarse como una casa de naipes. Parece que se van los misioneros, amenazan con seguirlos los sanjuaninos y más temprano que tarde también podrían saltar del barco los formoseños y los entrerrianos.

Como si eso fuera poco, varias de sus espadas dialécticas y mediáticas comenzaron a poner en duda los cimientos del proyecto. Luis D''''Elía dijo lisa y llanamente que López es un "hijo de puta", Carlos Barragán se preguntó en una columna por qué se robaron tanta plata y Víctor Hugo Morales admitió que el ex cajero del Ministerio de Planificación es "indefendible". El combo se cierra con el resurgimiento de su doble en el "Gran Cuñado" de ShowMatch.

Este jueves, el ex secretario de Obras Públicas tendrá la posibilidad de defenderse ante el juez federal Daniel Rafecas. La Constitución Nacional también le otorga el derecho de hacer silencio, el mismo camino que eligió su jefa.