Dos estudiantes ratifican ante la fiscal ser víctimas de manoseos y el profesor, en la mira del colegio Dos estudiantes ratifican ante la fiscal ser víctimas de manoseos y el profesor, en la mira del colegio
Dos estudiantes de 5° año de un colegio secundario de una ciudad del Dpto. Moreno declararon ayer ante la Fiscalía y confirmaron que un profesor de Matemáticas viene abusándolas, desde el 2022, con manoseos, grotescos, apoyo de sus genitales, roces innecesarios y otras aberraciones.
Entre las 10 y las 13, la fiscal Vanina Aguilera habría activado el protocolo sobre abusos de menores como víctimas, sin obviar los derechos y presencia de funcionarios. Además, las menores recibieron contención a cargo de un equipo de psicólogos especializados.
Con ello, Aguilera puso primera en una incipiente investigación motorizada por seis familias que acudieron a la Justicia después de escuchar a sus hijas, quienes revelaron que un profesor de Matemáticas habituaba manosearlas, dentro de un contexto inmoral y con un vocabulario soez.
Efecto dominó
En contexto, ni bien la noticia se hizo pública ayer en EL LIBERAL, se habrían precipitado episodios en la ciudad donde el profesor cumple funciones. Un grupo de padres habría solicitado ayer una reunión y provisoriamente el sindicado dejó de trabajar, pero nadie fundamentó el porqué.
Asimismo, autoridades del Nivel Medio habría abierto su propia investigación y ahora declararían autoridades y profesores compañeros de trabajo del docente sospechoso.
En el colegio, padres y autoridades tienen su atención puesta en atender la causa. Declararán hoy otras alumnas, hasta completar las seis. La funcionaria tiene que depurar edades para establecer quiénes declaran y aquellas que serían escuchadas en Cámara Gesell, trascendió.
Con prisa, pero sin prescindir las normas vigentes, Aguilera se sostendrá en expertos en psicología. A ellos fue encomendada la misión de escuchar a las seis alumnas.
Las denuncias sostendrían que las alumnas son víctimas del profesor de Matemáticas. Entre la semana pasada y la actual, estudiantes compartieron sus angustias en un grupo de whatsapp. En él, las seis adolescentes habrían indicado que todos los días debían soportaban los excesos abusivos del profesor.
Enumeraron manoseos sexuales y un trato despectivo extensivo hacia la clase masculina. Por ende, la denuncia representa hoy un peligroso "buscapié", capaz de provocar un cimbronazo mayúsculo.
Recluido en casa a la espera de una definición inexorable
Dos abogados anoche intentaban evitar una orden de detención para el profesor, posibilidad que adquirió entidad por el tenor de los relatos de las adolescentes.
Es más, se supo que uno procuró ingresar un pedido de eximición de prisión, pero tratándose de seis estudiantes, el planteo parecía estrellarse en la nada.
Ante ese panorama incierto, pero muy cuesta arriba, el profesor se mantenía recluido en su casa, por consejo al menos de un abogado. A uno y otro agobiaba desconocer si las estudiantes -literalmente- hicieron explotar la bomba ante la fiscal. En caso afirmativo, la jurisprudencia y los criterios sugieren que la medida de todo fiscal es requerir la inmediata detención.
El abogado así lo comprendía, pero el profesor prefería aferrarse a un atisbo de optimismo en evitar la exposición de caminar esposado por los tribunales capitalinos.
