Más santiagueños víctimas de estafas con las fotomultas Más santiagueños víctimas de estafas con las fotomultas
El caso de una docente
que denunció que la intimaban
a pagar una fotomulta por una
infracción que nunca había
cometido, dejó al descubierto
una maniobra que se repetiría
más de lo que todos creerían y
que tuvo a otros santiagueños
como damnificados en situaciones
similares.
En la edición del último
miércoles, EL LIBERAL contó
la odisea de Amanda Anríquez,
una prestigiosa docente de
esta ciudad que descubrió una
insólita situación en medio de
un momento complicado para
su familia.
En resumen, el hijo de Anríquez
había sufrido un accidente
en su automóvil. El seguro
le cubría el 80% del valor
del vehículo, pero le requería
el certificado de libre deuda.
Al solicitarlo, descubrió que
había dos multas pendientes
de pago.
Una correspondía a 2018
en Santa Fe y otra del 2019 en
Buenos Aires (por $60 mil),
lugares donde nunca estuvo.
Aseguró que tuvieron que
contratar gestores para obtener
imágenes y en ninguna
coincidían con su auto. Tuvo
que pagar el 50% de la segunda
multa para poder obtener
el reintegro de su seguro.
A partir de que se diera a
conocer su caso, otra vecina
de esta ciudad, Beatriz, se
comunicó a través del WhatsApp
de EL LIBERAL (385)
4894296, y contó su caso:
“Recibimos una fotomulta de
Nueva Córdoba, por una infracción
al circular por la senda
del trolebús. Era por mucho
dinero”, precisó la mujer.
“Coincidía la marca, era
un Peugeot, también el modelo
y hasta la patente, pero no el
color, el nuestro era rojo y el
de la foto era blanco”, resaltó
con sorpresa, suponiendo que
podía tratarse de un auto mellizo.
“Enviamos una carta documento
negando la multa; incluso
ese día, el de la multa,
estábamos en la ceremonia de
la comunión de nuestra hija
mayor”, remarcó.
Beatriz aseguró que también
recibieron una multa de
Paraná, Entre Ríos, pero asegura
que tampoco estuvieron
en esa ciudad.
Hicieron el
descargo, pero hasta la actualidad
estarían recibiendo
intimaciones de pago.
Por parte, Santiago L.,
también es otro comprovinciano
que tuvo que padecer
una estafa con las fotomultas.
“Fuimos antes de la pandemia
a Iguazú (Cataratas) y
había unas camionetas como
utilitarios que habían tenido
cámaras y no había ningún letrero
que advirtiera su presencia.
Al tiempo que regresamos,
con sorpresa nos llegaron
dos multas; por medio
de abogados rechazamos
esas multas y no tuvimos más
noticias.
“¡Pero vaya sorpresa! Este
año en mayo queremos
vender la unidad y la certificación
de libre deuda marcaba
dichas multas. Tuvimos
que pagarlas”, concluyó.
Santiago aseguró que
también tuvo que pagar una
fotomulta de la Policía de Córdoba,
cerca del límite con
nuestra provi n c ia, donde
también estaban ocultos y lo
frenaron para multarlo.