Imputan por asociación ilícita a detenidos por presunto desguace de autos robados en Los Angelitos Imputan por asociación ilícita a detenidos por presunto desguace de autos robados en Los Angelitos
La Justicia agravó la situación de la presunta banda de "Los Angelitos", al imputarles cargos por "asociación ilícita" y determinar que compraba vehículos y autopartes que se encontraban con pedidos de secuestros por robo en otras provincias e ingresarlos a Santiago del Estero.
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El golpe policial judicial fue perpetrado a mediados de marzo. En cinco allanamientos sorpresivos, cayeron presas 9 personas y fueron secuestrados casi $ 1.500.000, autopartes y armas, deslizaron los voceros a este medio.
Quién es quién
Diez días después, habrían sido imputados como jefes de una "asociación ilícita" David Marcelo Alegre, a quien representan los abogados, Carlos Ríos López y Gonzalo Tejeda; también, Martín Alarcón (presunto medio hermano de Alegre), sobre quien pesa una orden de detención aún no efectivizada.
El tercer imputado sería "un autopercibido Santiago Alegre o Gonzalo Cáceres, apodado Albóndiga con patas", aseguraron las fuentes. Los tres serían considerados jefes de la banda.
La imputación sería extensiva a Walter Marcelo Melín Abascal, una especie de seguridad que realizaba adicionales y, a la vez, era considerado cajero de la supuesta organización. El hombre es representado por el abogado Marcelo Castillo Gioya, se supo.
El quinto imputado sería el mecánico Adrián Eugenio Quiroga, también con presuntas amplias facultades en un negocio en el que lo superficial solo emergía como una "cuasi" pantalla. Los dos últimos habrían sido imputados como "integrantes de la asociación".
Para la Fiscalía, encabezada por la coordinadora de la Circunscripción Capital, Dra. Mariela Bitar de Papa, junto a los fiscales Dr. ángel Belluomini y Juan Alende, en el desarmadero se compraban vehículos de dudosa legalidad, en todos los aspectos.
Informe crucial
Un alto funcionario confió a esta redacción que desde el año pasado eran ingresados vehículos, provenientes de Buenos Aires y Santa Fe. El "hombre" encargado de persuadir y negociar en aquellas provincias habría sido Alarcón, a quien los investigadores buscarían ya en otra provincia.
En los últimos días, la causa fue fortalecida por un informe de la División Sustracción de Automotores. Los expertos lo catalogan de "lapidario", ya que considerarían al edificio de "Los Angelitos", avenida Madre de Ciudades en el B° Borges, una especie de antro de operaciones irregulares con autos y autopartes.
El documento sería resultante de un entrecruzamiento de información, en cuyo aspecto medular le fue quitado el velo protector a ventas de autos que en la actualidad circularían en la ciudad con documentación de aparente legalidad.
Los allanamientos mostraron el presunto negocio ilegal
La policía acaba de dar el gran zarpazo y de haber expuesto las flaquezas de una veta millonaria, camuflada por documentación de aparente legalidad, pero con motores y chasis al parecer obtenidos en el submundo del robo.
Cuando el 15 de marzo el juez Darío Alarcón dio luz verde a los allanamientos, los efectivos solo contaban con informes de los órganos de contralor. Sin embargo, al copar el desarmadero y cinco propiedades más, los uniformados "metieron" las manos en un negocio al parecer ilegal.
En efecto, agentes de la División Sustracción de Automotores y Homicidios y Delitos Complejos allanaron "Los Angelitos", en Madre de Ciudades al 2400 en el B° Borges, con 9 detenidos; luego, avanzaron a una casa en calle Santa Rosa del B° Juan Felipe Ibarra; después, a El Vinalar, Borges, Libertad y una finca de El Zanjón.
El rol de cada detenido será ventilado en una audiencia a corto plazo, ocasión en que los fiscales acentuarán su acusación y bregarán por la continuidad de detenciones al por mayor, con última y segura escala en prisiones preventivas. Los defensores saben que la asociación ilícita dificulta cualquier planteo excarcelatorio, en especial a los jefes.
Sin embargo, el informe profundizaría que externamente los vehículos emergen como simples fachadas que no resistirían una verificación. En muchos casos, los impulsores de las operaciones serían los mismos que acaban de asomarse a la retina policial.
