Definen en Frías la suerte de un reo acusado de matar a tiros a gendarme

“No maté a Airala (ángel Amado Airala) y es injusto seguir preso en Villa Urquiza (Tucumán) mientras los otros dos sospechosos andan en la calle como ‘Pancho’ por su casa”.

Previo a una resolución trascendente a ventilarse mañana, vía telefónica, Juan Francisco Fernández, alias “Pirulo”, con anuencia de su abogado defensor, manifestó a EL LIBERAL que dos años y medio atrás “no estuve en San Pedro de Guasayán; ni maté a ese hombre...”

El tucumano alude a una resolución que mañana debería develar la jueza de Control y Garantías de Frías, Gabriela Núñez, ante un requerimiento de excarcelación extraordinaria planteado por la defensa, a cargo de los abogados Eva Mena y Osvaldo Pérez Robertti.

El sujeto reconoce: “Tengo cuatro condenas por robo. Yo no mato. Pero la última condena ya la cumplí el 21 de noviembre del 2020 y quedé pegado a la causa por el crimen de Airala. Se me dio la prisión preventiva en Frías que vence en mayo próximo”, añadió. La compleja investigación está a cargo de los fiscales Dahiana Pérez Vicens y Gustavo Montenegro.

De acuerdo con el proceso, “Pirulo” estaba alojado en la Unidad N° 3 de Concepción, Tucumán. En una salida transitoria, dos al mes de 12 horas cada una, el sujeto no retornó.

Según la hipótesis fiscal, en septiembre había sugerido a Cinthia Sotelo (pariente política) que contratara un remís para salir de Tucumán. Así llegaron a la vida del gendarme Airala, quien conducía un remís Renault Megane. Junto a dos individuos más, “Pirulo” habría reducido a Airala (todos, oriundos de La Madrid, Tucumán). Lo asesinaron de un tiro en la cabeza y se apoderaron de su coche. Prendieron fuego al cuerpo, lo enterraron y huyeron.

Hubo una testigo clave. Siempre sobre la base de lo que ella declaró en primera instancia, lo encañonaron e ingresaron a un rancho. Le colocaron precintos en las manos. “Háganlo boleta”, habría ordenado Fernández.

Ocaso

El 2 de noviembre de 2018 “Pirulo” fue interceptado en San Pedro mientras iba de acompañante en el auto de Airala, con un sujeto termeño de apellido Décima, en busca de dos “amigas”. El tucumano huyó en el coche y fue apresado dos días después cerca de Lavalle, en el límite con Catamarca.l