El caso de la niña con envoltorios de cocaína desnudó una grave situación de vulnerabilidad

La Policía, la Justicia y la sociedad santiagueña no salen aún del estupor que generó el descubrimiento de una niña de apenas 9 años con siete envoltorios de cocaína entre sus útiles escolares.

Poco más de 24 horas después del procedimiento que movilizó a varias dependencias policiales, a diferentes organismos estatales y la Fiscalía, fuentes policiales deslizaron que la pequeña se encuentra resguardada, con asistencia psicológica y se profundizan las averiguaciones para establecer el origen y destino de la sustancia.

El miércoles se encendieron las alarmas cuando las autoridades del Hogar Escuela “Eva Perón” descubrieron que una niña con régimen ambulatorio, tenía entre sus cuadernos de la escuela siete envoltorios de una sustancia presuntamente estupefaciente.

Las autoridades alertaron a la Policía y ésta a su vez a la fiscal coordinadora de la Unidad de Lucha Contra el Narcotráfico, Dra. Aída Farrán Serlé, la cual ordenó que se traslade a la niña junto con su madre a la Comisaría del Menor y la Mujer.

Una vez que estuvieron en la dependencia policial, psicólogos de la fuerza entrevistaron a la menor para brindarle contención.

Al mismo tiempo tomaron testimonio a la madre. Efectivos de la Dirección de Drogas Peligrosas constataron que se trataba de cocaína y secuestraron la sustancia.

El gravísimo hecho desnudó un entorno familiar complejo, que denotaría una situación de vulnerabilidad de la niña.

Los policías constataron que se trataba de cocaína.

Divisiones

Los padres se encuentran separados. La menor vivió durante mucho tiempo con su papá y desde hace un año reside con su madre. La mujer tendría otros tres hijos de entre 17 y 20 años. La mayor tendría su pareja y un hijo.

Desde la Fiscalía aseguraron que la prioridad es, en este momento, asegurar el resguardo de la menor. La Dra. Farrán Serlé solicitó la intervención de la Dinaf, que se hizo cargo de ella.

Se realizaron informes socioambientales en los diferentes domicilios que frecuentaba.

La droga

Al mismo tiempo, la representante del Ministerio Público Fiscal dispuso que se inicien las tareas investigativas para tratar de establecer cómo sucedieron los hechos y a quién le pertenecía la sustancia.

Entre los familiares de la niña habría acusaciones cruzadas, por lo que la fiscal y los investigadores presumen que la droga es propiedad de alguien del entorno más cercano.

Del mismo modo, la Dra. Farrán Serlé indaga en los vínculos de la niña en busca de determinar cómo llegaron a su poder los envoltorios, si era utilizada para la comercialización o como “mula” para efectuar alguna venta.

Aída Farrán Serlé.

Dra. Farrán Serlé: “ésta es una nueva forma de esclavitud”

La Dra. Aída Farrán Serlé, coordinadora de la Unidad de Lucha Contra el Narcotráfico, dialogó con EL LIBERAL sobre el caso que generó la indignación de toda la comunidad, ya que desnuda hasta dónde puede llegar el flagelo de la droga.

“No salimos del asombro y estamos perplejos”, comenzó diciendo la representante del Ministerio Público. “A través de las medidas y la política criminal impartida desde el Gobierno de la Provincia, y el Ministerio Público Fiscal en la figura del fiscal General Dr. Luis Alberto de la Rúa, nos han dado las directivas correspondientes y los lineamientos a seguir para ser implacables en la aplicación de la ley con todos los agravantes y combatir este flagelo”.

“En un principio uno busca el vendedor adulto, hombre o mujer; jamás se nos pasó por la mente que utilicen criaturas de tan baja edad”, remarcó.

“Hay un informe de Unicef del 2015 que establece que en el país, en la franja etaria que va entre los 11 y 15 años, un 25% ha consumido marihuana”, sostuvo. “Así también el informe de la UCA del 2017, que señala que entre el 2010 y 2014 se incrementó un 50% la venta de estupefacientes dentro del territorio argentino y por supuesto ese incremento se ve reflejado en el consumo”.

“Nunca hubiésemos imaginado la utilización de menores de 9 años, para la realización de este fin comercial”, aseveró la fiscal.

“Siguiendo las directivas impartidas, vamos a ser lo más duros en la aplicación de la ley, con todos los agravantes correspondientes. El objetivo nuestro como MPF, más allá de combatir este flagelo, es lograr la prevención”, aseguró.

“Estamos convencidos de que dictando charlas educativas en los establecimientos escolares vamos a lograr internalizar el daño que significa este flagelo, que atraviesa transversalmente a toda la sociedad, puesto que abarca todos los sectores sociales, sin ningún tipo de discriminación, en todas las franjas etarias, en las cuales los adolescentes son los más vulnerables”, enfatizó la Dra. Farrán Serlé.

Por último recalcó: “Esta es una nueva forma de esclavitud. Una vez que ingresas a este tipo de consumo, es imposible que por voluntad propia pueda salir sin la ayuda de todos los organismos y de la familia, pilar fundamental, para apoyar y guiar en un tratamiento que además de ser largo es muy costoso”.