Fiscalía resiste la avanzada defensiva en pos de la libertad y sobreseimiento de dos detenidos en el crimen de Franco Tévez

Seis meses después de una sangrienta golpiza y muerte del adolescente Franco Tévez, en Añatuya, la defensa de dos detenidos solicitó sobreseimiento y cambio de calificativa, generando la férrea negativa de las fiscales.

El prólogo estalló el 25 de febrero, a la salida de un boliche. Mientras caminaba por el límite de los B° Colonia Osvaldo y Colonia San Francisco, Franco fue interceptado por varios individuos con los que había discutido en el local bailable.

Entre varios, lo “patotearon”. Dijeron los testigos que la más sangrienta fue Fany Rojas.

Se habría armado de la pata de una cama de algarrobo y golpeado al joven en la cabeza.

Al contemplarlo casi desmayado, recién huyeron.

Al día siguiente Franco fue conducido al Hospital Regional y murió diez días después.

Escenario legal

Hoy, las fiscales Alejandra Sobrero y Cecilia Rímini tienen presos a Fany Rojas, Jorge Rojas e Iván Caballero, imputados por ‘homicidio simple’.

Les fueron dictadas las preventivas, ya confirmadas por la Cámara de Apelaciones.

Igual, días atrás los defensores, Antenor Ferreyra y Susana Corvalán, habrían requerido dos medidas trascendentes.

De “homicidio simple” habrian instado a la Justicia a morigerarlo a “homicidio preterintencional”, excarcelable.

A su vez, para Jorge Rojas habrían solicitado el “sobreseimiento total y definitivo”.

Por el no

Enfrente, las fiscales habrían subrayado que las pruebas científicas demostraron que los tres detenidos agredieron al adolescente mortalmente.

Lo que en la defensa emerge como un crimen involuntario, en las fiscales reluce como claro y buscado.

Para las leyes, el homicidio preterintencional se verifica cuando el agresor actúa con la intención de provocar lesiones a otra persona, con un medio idóneo para ello, pero finalmente le provoca la muerte.

Así, se tiene en cuenta la intención que no es la de matar y el medio que no debía razonablemente ocasionar la muerte.

Una y otra vez

Según las fiscales, Fany ingresó a su casa y regresó con el palo de algarrobo.

Una y otra vez habría golpeado en la cabeza al joven, ante el estupor hasta de sus propios cómplices.

Mientras la jueza de Control y Garantías, Gladys Liliana Lami, estudia las dos posiciones diametralmente opuestas, la policía vigila las casa de los tres detenidos.

No es para menos. Hubo varios intentos por prenderles fuego, en especial horas después de confirmarse la muerte de Franco.