La sociedad Amaya-Kasinsky rompe la veda y busca eludir la perpetua en crimen de Dalma

Daniel Amaya y Benjamín Kasinsky intentarán desterrar el fantasma de la perpetua, al declarar que no instigó el crimen de Dalma y que el tiro fue accidental, respectivamente.

Tío y sobrino son juzgados por el brutal asesinato de Dalma Barreto, ultimada con una carabina el 25 de junio del 2017 en Las Arenas, Belgrano.

Los detenidos acordaron declarar con sus abogados.

Amaya sostendría que no vio a Dalma en aquellos días. Sólo pidió a su sobrino Benjamín que la asustara.

Con ello, se despegará de la acción posterior: Kasinsky disparó y mató a la joven que esperaba una bebé de su tío Daniel.

Instigación

Para la defensa de Amaya es crucial convencer al tribunal que no “instigó” el homicidio y que Kasinsky se excedió en su alocada “solución” al embarazo de la jovencita. A su turno, Kasinsky indicaría que fue al maizal en moto a asustar a Dalma con un arma propiedad de la familia Amaya.

No negaría el hecho, pero clarificaría que jamás supo que estuviese cargada.

Aseguraría que no tenía problema alguno con la víctima, a quien conocía de la zona que tiene una población de no más de 50 familias.

Verdad de celulares

Sin embargo, deberán esmerarse para hacer caer los mensajes de texto que tiene la Fiscalía como pruebas vitales del acuerdo.

Según los celulares, Kasinsky tenía al tanto a Amaya de sus pasos posteriores e inclusive supo enviarle sms desde el aparato de Dalma, tras el disparo.

Los fiscales Andrea Darwich y álvaro Cantos no les facilitarán la “jugada”, ya que hay una joven e hija muertas.

Que ellos desplieguen su estrategia en modo alguno implica que surta efecto en los jueces Julio David Alegre Paz, María Eugenia Carabajal y Luis Domínguez.

Los jueces harán una valoración de todas las pruebas, contextualizarán, y será decisivo el vínculo entre Dalma y Daniel; la autoría material y la “verdad” de Kasinsky.