Buscan al "marcador" de la joyería, asaltada por mendocinos y un chileno

A paso firme, la Justicia marcha tras el misterioso ex presidiario que habría marcado una joyería para que dos mendocinos y un chileno la vaciaran.

El golpe fue perpetrado el 31 de enero, en un local de calle Libertad, y el botín ascendería a U$S 400.000, un poco más de $ 16.000.000.

Una semana después, la policía santiagueña llegó a Mendoza y detuvo a Juan Manuel Morales Neira, un personaje cercano a las drogas y a un doble crimen allá por el 2010.

Ahora, busca a su hermano, Ramón, y a un amigo chileno.

Sin escondite

Tamaña rapidez fue propiciada por la tecnología, basada en escuchas telefónicas y un paso razante por Santiago de los mellizos, en el 2011.

Ocho años después, las escuchas tendrían contra las cuerdas a los mellizos.

La investigación intuye que arribaron a Santiago el 29 o el 30 de enero y fueron acogidos en una casa de los B° Avenida o Río Dulce.

Tras el golpe, habrían dejado el "diezmo" al contacto local y abandonaron la provincia ese mismo 31 de enero, por la noche.

Las escuchas pusieron en órbita a la Fiscalía y ahora trabaja tras los pasos del ex presidiario.

éxodo masivo

Por las dudas, el personaje también se plegó a la retirada, horas después de que la joyería fuera jaqueada por el trío foráneo.

Sin embargo, dejaron una "estela" de curiosos ávidos de asistir a la policía con datos certeros.

Mientras, la caída de Juan Manuel Morales Neira también desnudo en Mendoza un mercado negro de joyas.

Por ejemplo, en los procedimientos los santiagueños incautaron joyas santiagueñas y hasta plomo bañado en dorado.

Para los expertos, alguien acostumbraba "negociar" plomo camuflándolo con oro.

Jugoso botín

Lo más llamativo. En menos de 28 horas, los delincuentes habrían reducido los 15 kilos de oro y obtenido un pago millonario.

Cada capítulo de la aventura de los mendocinos será analizado mañana por la fiscal Lorena Nieva y su equipo de colaboradores, previo a la indagatoria a Juan Manuel.