Dieciséis años de bigamia terminaron en escándalo con armas y una detenida Dieciséis años de bigamia terminaron en escándalo con armas y una detenida
Armada con un revólver, una vecina del paraje Cerrillos (Salavina) irrumpió ayer en el hogar "paralelo" de su marido y amenazó con matar a su eterna rival y a la hija de 5 años.
El incidente sobrevino a las 7 de la mañana en una casa de Los Telares, propiedad de una empleada municipal de 39 años.
Según la causa de la Seccional 39, y del fiscal Sebastián Robles, la mujer se hartó de los 16 años de bigamia de su esposo y quiso ponerle fin.
En Cerrillos, el hombre tendría varios hijos con ella, y en Los Telares, una nena de 5 años con su otra pareja.
Eclosión extrema
Todos los años de marchas y contramarchas en la relación con el hombre expiraron ayer y la mujer salió en busca de una extrema definición. Arribó a Los Telares, fue directamente a la casa de la otra mujer y le apuntó con un revólver a uno de los hijos de la rival, fruto de otra relación.
"Dejame pasar, o si no te voy a matar", le habría advertido al adolescente de 15 años, según fuentes del caso.
El menor agachó la cabeza y al instante la visitante se instaló en el comedor.
En el segundo acto aparecieron la dueña de casa y el hombre en cuestión.
"Salgan, los voy a matar a ustedes y a su hija", amenazó la esposa del aludido.
"Arbitraje" policial
En quince minutos, llegaron los policías y el escándalo se potenció, con media docena de menores asustados en la vivienda.
Por más de 40 minutos, los efectivos recibieron una agitada síntesis de la situación de una y otra parte.
Imposibilitados de darle la razón a uno u otro, los policías cortaron por lo sano. Se llevaron aprehendida a la esposa, a quien el fiscal imputó por presuntas "amenazas".
Hijos pacificadores
Luego, el funcionario instó a los policías a buscar a los hijos de la mujer apresada, en el convencimiento de que sólo ellos podían pacificarla. Para los investigadores, la esposa del hombre reclamaba una explicación, cuyos matices sólo los tres involucrados conocen.
Una vez que la tensión cesó en la casa, se trasladó al edificio policial.
Los efectivos condujeron a los hijos y éstos se comprometieron a mantener a su madre bien lejos de la ciudad de Los Telares, o bien se expone a que su aprehensión se dilate en el tiempo.