Padre de policía y un "porteño" trasladaban 3 kg de marihuana

Personal de la División Seguridad Vial que estaba apostado sobre un puesto caminero en la entrada de la localidad Fortín Inca, sobre la Ruta Nacional 98, detuvo la marcha de un automóvil Fiat Siena, en el que trasladaban sustancias tóxicas.

Según revelaron las fuentes consultadas, el procedimiento se realizó minutos después de las 19.30, cuando los efectivos realizaban los cotidianos controles e hicieron parar al rodado antes mencionado, en el que circulaban dos personas.

La policía identificó a los ocupantes como Eduardo Miñoz -de 57 años, padre de un efectivo policial y con domicilio en Bandera- quien viajaba en compañía de Sergio Guillermo Franco, oriundo de Buenos Aires, pero con domicilio en la mencionada ciudad.

Las pesquisas notaron cierto nerviosismo en los ocupantes, por lo que decidieron requisar el rodado. Fue entonces cuando advirtieron que sobre el asiento trasero estaba la caja de una pava eléctrica.

Los uniformados pidieron revisar el contenido del envase de cartón y al abrir descubrieron que en su interior había aproximadamente ocho envoltorios de color marrón en forma de ladrillo, por lo que se dio intervención al personal de la Drogas Peligrosas, con asiento en Añatuya.

Las pesquisas revelaron que los ocupantes del vehículo habían manifestado que trasladaban golosinas. Al llegar efectivos antinarcóticos hicieron descender a los ocupantes del rodado y advirtieron que Franco tenía en su bolsillo más sustancia.

Ante los trabajos de rigor, los efectivos determinaron que había 3.137 gramos de marihuana. Los uniformados se comunicaron con el juez federal, quien ordenó que los sujetos quedaran detenidos.

Según revelaron las fuentes, Miñoz el chofer del auto sostuvo que se dedica a trabajos de remisero y que en esa oportunidad había ido a buscar al sujeto de un pueblo cercano, sin saber que trasladaba sustancias tóxicas.