Violencia infantil, un flagelo a combatir que requiere del compromiso de todos Violencia infantil, un flagelo a combatir que requiere del compromiso de todos
Desde el ámbito judicial, el actual paradigma desde la sanción de la Reforma de la Constitución de 1994, que incorporó el art. 75 inc. 22 con el que entraron en vigencia los tratados internacionales que se convirtieron en ley y que resultaron un antecedente a la actual modificación del Código Civil y Comercial, produjo modificaciones en materia de Familia que redundan en beneficios de los niños víctimas de maltrato.
El Dr. Sebastián Billaud, juez de Familia, rescató la nueva figura denominada Autonomía Progresiva de los Niños que reivindica el derecho del niño a ser escuchado. "Ahora es tenido en cuenta en toda decisión que se tome que influya en su vida e incluso, puede tener su propio representante legal", aseguró.
Ante un caso de estas características explicó que en primer lugar se realiza una entrevista con un psicólogo para ver el grado de madurez y de independencia que tiene el niño y después se realiza otra en el Juzgado, con su asesor tutelar y psicólogo del Poder Judicial.
"En todos los casos se intenta crear un ambiente cálido y se informa que es de carácter reservado, que se respeta su intimidad para evitar que reciba presiones por lo expresado. Se labran dos actas. Una, que se agrega al expediente donde consta que el niño ha sido escuchado y la otra, con su testimonio reservado, en una caja de seguridad", precisó.
En relación al uso de Cámara Gesell, mencionó que se realiza en caso de niños pequeños y cuando el problema es muy complejo, para que quede grabado y reservado, de ese modo evitar revictimizarlo.
Más frecuentes
Sobre los casos más frecuentes aseguró que cuando hay un conflicto familiar, siempre hay niños víctimas de violencia.
"En todos las cuestiones que se tramitan en Juzgado de Familia si no se realiza un amplio y efectivo abordaje, con intervención de todos los actores como psicólogos, abogados y asistentes sociales, los niños van a ser víctimas de violencia ya que es una consecuencia ante conflictos que no se resuelven y se prolongan en el tiempo".
Los hechos violentos se producen cuando los padres no saben separar al niño del conflicto de los mayores y lo involucran sin darse cuenta. "Así aparecen los niños mensajeros, cuando cumplen un rol de intermediarios. La indiferencia de alguno de los padres es también una forma de maltrato tan grave como la violencia ya que sienten su desprotección, abandono y desinterés".