"¡Suegra, que linda que está usted!", dijo el yerno, la arrojó en la cama y la abusó "¡Suegra, que linda que está usted!", dijo el yerno, la arrojó en la cama y la abusó
"¡Suegra que linda que está usted!", disparó su yerno. -"¿Qué te pasa?, ya te ha pegao" el alcohol, refutó la mujer, sin imaginar que acto seguido, el hombre la atacaría sexualmente. Ocurrió durante una reunión familiar que devino en un escándalo por abuso sexual el pasado domingo.
La historia es totalmente genuina y su investigación está siendo timoneada por la fiscal Andrea Juárez.
Según la denuncia de la mujer, con un hijo marchó a casa de su nuera, en el B° San Martín.
Mientras toda la familia cenaba, la mujer recibió un mensaje por whatsapp del yerno en cuestión, quien se encontraba en su domicilio privado.
Antesala del sexo
"Estoy aburrido suegra", le habría escrito. La mujer partió hasta la casa del yerno y lo invitó para que viniera a la vivienda en que se congregaba casi todo el grupo familiar.
Con comida y abundante fernet, la gente prolongó la fiesta hasta después de las 3 de la madrugada.
Cansados, los anfitriones dijeron no va más y se marcharon a dormir. Entonces, la denunciante y el yerno se habrían trasladado hasta la casa de éste. Siempre en función del proceso, suegra y yerno arribaron a la vivienda, a fin de proseguir la "reunión" e ingesta de fernet. Dialogaron en la vereda hasta las 7 de la madrugada.
Amanecer soleado
Como el sol "pegaba" ya fuerte, las dos personas decidieron ingresar a la casa. En un momento, el yerno le expresó: "¡Suegra, que linda que está usted!". Llena de perplejidad, la mujer respondió: "¿Eh que te pasa?, ¿ya te ha pegao?, en alusión a las consecuencias del alcohol consumido.
El yerno fue por más. "Quiero hacerle el amor", desafió tajante. La mujer contó a la policía que el sujeto la empujó con violencia hacia la cama y empezó a sacarle el pantalón de una sola pierna. Del mismo modo, le retiró la prenda íntima. Desesperada, la mujer forcejeó y logró arañarlo en los brazos, la cara y la espalda.
Sin cordura alguna
Para entonces, el yerno lucía irreconocible, tozudo en su propósito, y empecinado en vencer la resistencia de la suegra.Y pesó la supremacía física por lo que consumó la violación de la mujer.
"Callate la boca", habría sido la orden, a fin de que la mujer no gritara.
La denunciante reveló que después de 30 minutos de tortura sexual, el yerno abandonó a la sexagenaria.
Avergonzada y no menos dolorida, la mujer contó que entonces habría tomado toallas para higienizarse.
"¡Te vas a arrepentir de lo que hiciste!", habría sido la advertencia de la víctima a la pareja de su hija, quien le ordenó retirarse de inmediato de su casa.
Tras la denuncia, el depravado fue detenido.