El crudo relato de un testigo que se lanzó sobre Acuña tratando de evitar el peor final El crudo relato de un testigo que se lanzó sobre Acuña tratando de evitar el peor final
Los vecinos del barrio Arroyito de Beltrán no salían de su asombro por el trágico desenlace de Norma Rojas. La mujer salió ayer de su casa donde residía junto con sus siete hijos y su esposo como todas las mañanas, sin saber que encontraría la muerte antes de llegar a su lugar de trabajo.
De acuerdo con las fuentes, Acuña vivía en el barrio Arenales; era apodado "Changuilo", se recuperaba de un ACV que había sufrido tiempo atrás y según las mismas fuentes, hace algunos años había perdido a su esposa.
Roberto Acuña tenía claras intenciones de ultimar a Rojas, se trasladó hasta La Banda cargando el revólver con balas en su tambor y llevaba más proyectiles en sus prendas de vestir.
Las fuentes señalaron que no sólo los testimonios comprometen la situación del atacante, sino que en la esquina donde se produjo la balacera hay cámaras de seguridad que ya fueron secuestradas por los investigadores y serán analizadas por los detectives de la División Homicidios y Delitos Complejos, al igual que la información de los celulares.
Drama
Uno de los testigos, un albañil que se encontraba trabajando a pocos metros de la escena, identificado como Fabián Montero, relató que Acuña interceptó a la víctima y le efectuó dos disparos. Señaló que intentó seguir disparando, pero gatilló y no salió ningún proyectil.
Siempre en función de lo que habría manifestado el testigo, el femicida se puso el arma en su cabeza y trató de quitarse la vida; como no tenía balas en el tambor del revólver, la cargó nuevamente y trató de disparar a la mujer, pero se apuntó a sí mismo.
Habría sido en esa situación límite que el testigo se lanzó sobre Acuña haciéndolo voltear el arma y reduciéndolo con la ayuda de otros dos hombres.
Montero describió que en ese momento le preguntó por qué la había intentado asesinar (aún no había fallecido) a la mujer y que el hombre le manifestó que lo hacía porque ella lo había "traicionado". Afirman que habría tenido un manuscrito en su bolsillo donde explicaba las causas.