Pareja lesbiana umbanda, detenida por el crimen de una quiosquera Pareja lesbiana umbanda, detenida por el crimen de una quiosquera
Una pareja de lesbianas, que vendía en Facebook elementos robados, fue detenida por el crimen de una quiosquera a la que habían conocido en un templo umbanda y que hace tres semanas apareció asfixiada con una almohada en su casa del partido bonaerense de Quilmes.
La clave para las detenciones fue que las ahora imputadas fueron rastreadas a partir de que pusieron a la venta por internet una computadora y otros elementos que le robaron a la víctima y un policía fingió estar interesado en ellos para poder identificarlas.
Las acusadas fueron identificadas como Gimena Rosollini (37) y Olga Marisol Cáceres (48), quienes son pareja y viven en un mismo domicilio de la localidad bonaerense de Berazategui, en el sur del Gran Buenos Aires. Ambas quedaron detenidas como presuntas autoras del ‘homicidio criminis causae’ -matar para ocultar otro delito, en este caso el robo-, de María Isabel Jaime (57). El homicidio fue cometido el 24 de julio último a la madrugada en su domicilio, en el límite de la localidad de Ezpeleta con Quilmes Oeste.
Allí, además de vivir sola, la víctima tenía un comercio llamado "Tauro" que funciona como un maxiquiosco y librería. Jaime fue hallada por su yerno en horas de la mañana, cuando entró al lugar alertado por los vecinos que lo llamaron porque les extrañó que no había entrado el pan que le dejaban bien temprano para vender y que además no había abierto el local. La mujer apareció muerta en su cama, boca arriba y con su rostro tapado por la almohada con la que, según determinó luego la autopsia, fue asfixiada. Los familiares de la víctima detectaron de inmediato que en la casa faltaban diversos elementos que habían sido robados como una notebook, un microondas, un celular que la víctima aún estaba pagando, la cartera, la billetera, las llaves, otros artículos electrónicos y hasta mercadería del maxiquiosco.
La investigación fue dirigida por la fiscal Ximena Santoro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Quilmes, y efectivos de la Comisaría 3ª de Quilmes Oeste, quienes decidieron seguir la pista de la computadora robada y así lograron llegar a las presuntas autoras del crimen. A partir del número de IP -código único que identifica a un dispositivo en internet-, de la notebook robada, la fiscal Santoro y los detectives del Gabinete Criminológico de Quilmes obtuvieron en pericias informáticas una dirección en el vecino partido de Florencio Varela.
Al allanar el lugar, encontraron la PC robada a Jaime y la mujer que la poseía explicó a los investigadores que la había comprado barata a través de la red social Facebook. Al analizar ese perfil de Facebook, los pesquisas se dieron cuenta de que era falso y que otros objetos robados a la quiosquera asesinada en Ezpeleta estaban publicados en el muro, para la venta.
Con orden de la fiscal Santoro, la Policía se hizo pasar por un interesado en los productos y organizó una compra para poder hacer inteligencia e identificar así al sospechoso del perfil del Facebook.
"Pudimos determinar que se trataba de dos mujeres, que eran pareja y habían conocido a la víctima en un templo umbanda que frecuentaban", dijo una fuente judicial. Rosollini y Cáceres fueron detenidas en el domicilio que ambas compartían en Berazategui.