El condenado afirmó que es inocente al abandonar la sala

"Es injusto, soy inocente", fueron las escuetas palabras que esbozó Julio Pérez al salir de la sala esposado y tras escuchar que los jueces lo encontraron culpable del delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado continuado y corrupción de menores agravada por ser el autor padre de la víctima en concurso ideal de delito".

"Siempre he sido inocente", repetía ante la consulta de cómo podía explicar las pruebas que la Fiscalía y la querella presentaron en su contra.

Escoltado por efectivos policiales que lo trasladaban hacia la Alcaidía del Centro Judicial bandeño, Pérez deslizó: "Soy inocente. Es algo raro, un invento".

Luego atravesó las puertas y quedó alojado en la Alcaidía, mientras se tramita su traslado al Penal de Varones.