Médico cirujano, envuelto en un escándalo por violencia de género y con tres amantes simultáneas Médico cirujano, envuelto en un escándalo por violencia de género y con tres amantes simultáneas
Un conocido médico cirujano quedó ayer en el centro de una imprevisible batalla judicial, tras agredir a su esposa, imposibilitado de negar, o justificar, la existencia de tres relaciones clandestinas paralelas.
Ello se desprende de una investigación iniciada ante la Comisaría del Menor y la Mujer. Todo comenzó cuando el domingo, sobresaltada, con un hijo en brazos y llorando, se presentó en esa dependencia una vecina del B° San Martín, de más de 30 años. Relató que desde hace unos años convive con un médico cirujano, de 59 años.
El ayer y el hoy
Habría señalado que lo conoció después de que él dejara atrás otros vínculos, fruto de los cuales tiene otros hijos. En ese contexto, días atrás ella habría descubierto que él manejaba un celular paralelo; algo que la mujer ignoraba.
Por algunos gestos suyos, ella dijo que ya venía sospechando que le era infiel y al descubrir el aparato "clandestino", no tuvo otra salida que encenderlo y analizar su contenido.
En segundos, la mujer habría descubierto al menos tres amantes: por fotos, mensajes por whatsapp y conversaciones largas y de alto voltaje.
Dolor y furia
La esposa calló su dolor algunas horas, pero no aguantó e interrogó al cirujano. Lo que vino después habría sido una andanada de negativas e insultos, enrostrándole a la mujer, celos enfermizos, sin sustento alguno.
Si la jovencita pensó que allí terminaría el incidente, se equivocó muy mal. Acto seguido, el cirujano la habría tomado del cuello y sujetado fuertemente, provocándole segundos de zozobra.
Huida en la noche
La violencia fue neutralizada por la víctima, ya que tomó a su hijo en brazos y se marchó a la casa de su padres, subrayó una alta fuente policial.
Alertada, la fiscal Cecilia Gómez Castañeda habría dispuesto que la mujer, shoqueda por la crisis, fuese asistida por un médico de policía, el que habría concluido que no advertía lesiones visibles; "constatadas", en el lenguaje policial. Lo cual no implica que no haya sido agredida.