Confirman la condena a prisión perpetua para un femicida Confirman la condena a prisión perpetua para un femicida
Un tribunal de alzada confirmó la condena a prisión perpetua en contra de Julio César Díaz, el hombre acusado de asesinar a su ex esposa, Juana Beatriz Sández, en julio del 2013 en el barrio 25 de Mayo de La Banda.
Díaz había sido sentenciado en agosto del 2015, cuando en un juicio oral el tribunal decidió de forma unánime fijarle la pena de prisión perpetua, al ser encontrado culpable del femicidio de la víctima.
Su defensa apeló el fallo y presentó un recurso de alzada, por lo que se conformó un tribunal que analizó la condena y resolvió confirmar la pena. La decisión fue adoptada por los Dres. Cristian Vittar, Raúl Romero y Abelardo Basbús.
Los vocales analizaron el fallo que había sido dictado por los jueces de la Cámara de Juicio Oral en lo Penal -Dres. Graciela Viaña de Avendaño, Alfredo Pérez Gallardo y María Eugenia Carabajal-, y resolvieron confirmar la sentencia, desestimando así el planteo de la defensa.
El caso
De acuerdo con la investigación, la hipótesis más firme es que el homicida y la víctima estaban separados; se presume que él insistía en retomar la relación, pero ella se negaba e incluso habría intentado iniciar una nueva relación con otro hombre.
La noche del 27 de julio del 2013, mientras la mujer se bañaba, Díaz habría tomado su celular y revisó cuál era el último número que había llamado su ex. Llamó y lo habría atendido un hombre. Furioso, comenzó a recriminarle este episodio a su ex.
Se presume que estalló una discusión y un enfrentamiento (aunque no quedó probado), en cuyo transcurso el sujeto apuñaló en varias ocasiones a la mujer. Luego, él habría simulado un ataque recíproco y se habría autolesionado.
El juicio
Durante el debate oral, la batalla se basó en establecer si Díaz actuó en pleno uso de sus facultades. Las fiscales, Dras. Inés Presti de Munar y Alicia Falcione, presentaron numerosos elementos probatorios que -a su criterio- eran indicios de que el acusado sabía perfectamente lo que estaba haciendo.
Por su parte, los abogados defensores (Ferrando y Slamich), intentaron demostrar que el imputado actuó bajo “emoción violenta”, en busca de atenuar la pena.
Los jueces consideraron en el juicio que el acusado ideó el crimen y nunca hubo un enfrentamiento con la víctima, condenando a Díaz a prisión perpetua.
Ante el tribunal de alzada, la defensa mantuvo su argumento, mientras que las fiscales también expusieron sus elementos para sostener la pena impuesta en el juicio. Finalmente, los vocales resolvieron confirmar la condena.