Destruyeron iglesia evangélica donde habrían abusado a una nena de 7 años

Vecinos y familiares de una niña de 7 años, que habría sido abusada en el interior de un templo evangélico en la cuidad de La Banda, tomaron represalias y durante varias horas hubo momentos de extrema tensión en el B° Bajo de Vértiz, donde se habría producido el ultraje.

El hecho que causó conmoción e indignación fue denunciado durante la jornada de ayer en la Unidad de Abusos Sexuales de la Fiscalía bandeña, donde una mujer -de 26 años- se presentó ante las integrantes de dicha oficina y contó que su hija había sido ultrajada.

Según lo manifestado por la mujer, todo sucedió el pasado 20 de octubre, cuando por tres días consecutivos la pequeña tuvo fiebre. La madre la llevó a una UPA donde fue examinada por médicos clínicos, quienes le dijeron que se encontraba en perfecto estado de salud.

La madre de la menor relató que después de tomar antibióticos el cuadro clínico de su hija mejoró, pero lo llamativo era que la niña por las noches lloraba y en sus sueños gritaba ‘no me hagas. No me hagas’. Durante varios días la mujer trató de saber a qué se refería su hija, cada vez que hablaba dormida.

Tras varios días de insistencia, la menor le reveló a su madre que ‘Samu’, un adolescente de 15 años que concurre al templo evangélico colindante a la vivienda de la menor -y que además es pareja de la encargada del lugar- le había hecho malas palabras, señalando sus zonas íntimas.

Ante la confesión de la pequeña, la mujer trasladó a su hija hasta el Cepsi, donde fue examinada por los médicos, quienes constataron que tenía lesiones compatibles con abuso y las mismas databan de hace aproximadamente 10 días. Con la confirmación la mujer radicó la denuncia.

Conocido el trágico hecho que sufrió la pequeña, los vecinos y familiares se unieron a su madre para pedir que detengan al acusado, quien para la ley es inimputable. Al menos 50 personas permanecieron sobre calle Aconcagua y Libertador cortando el tránsito.

La furia de los concurrentes acrecentó al saber que nada se podía hacer en contra del acusado, por lo que decidieron prender fuego al templo evangélico, ya que éstos sostienen que en el interior se cometió el ultraje.