Fiscal pedirá perpetua para el quinteto acusado de asesinar a Leda

Mañana, la Fiscalía destinaría varias horas en procura de fundamentar su solicitud de prisión perpetua, para todos los personajes acusados de raptar y asesinar a Leda Fabiana Raimundi, el 14 de junio del 2012 en Robles.

El tiempo de los testigos ya pasó. En más de 30 días de debate, desfilaron casi 70 personas: quienes hallaron el cuerpo, policías, psicólogos, amigos, familiares, umbandas, etc.

Los dos últimos resultaron Mario Rojas y Gabriel Brandán, quienes reavivaron el fuego judicial de un debate, caracterizado por la "meseta" verbal con testigos de poca memoria.

Fiscal, enfática

Pese al hermetismo, trascendió que Morán endilgaría a Rojas el haber entregado a Leda, a sabiendas de cuál sería su final.

A diferencia del lamento de Rojas, Morán afirmaría que éste "actúa" y aún hoy pretende convencer a los magistrados de que careció de decisión en la sangre derramada por Leda.

Morán ingresó al proceso el 15 de junio del 2012; lo conoce de principio a fin, ya que participó de todos los allanamientos y aprehesiones al grupo.

"Cerebros"

Ahora bien, Morán ahondaría que el "brazo ejecutor" del macabro final fue idea del dúo Ledesma.

Señalaría, Morán, que Lucrecia y Luis congeniaban a la perfección. Y que ellos pergeñaron el falso robo y, obviamente, el asesinato de la maestra.

Morán negaría la teoría de un homicidio umbanda, aun reconociendo que casi todos los presos son adeptos a dicha ‘religión’.

Antes de la tragedia de la docente, los Ledesma se ganaban la vida profesando aptitudes para mejorar estados de ánimo en la gente; lograr reconciliaciones y otros "menesteres".

Brandán, el "pesado"

En su alegato, mañana Morán señalaría, también, que el rol de Brandán fue actuar con violencia.

Es decir, que los Ledesma lo llevaron por si Leda se resistía en el Golf Club, de acuerdo con la visión e interpretación fiscal.

Que con sus puños le provocó el estallido del tabique nasal, lo cual le provocó una bronco aspiración fatal a la víctima.

Aclararía que ello no causó la muerte, sino que ésta fue resultante de las cuchilladas asestadas por los Ledesma.

¿Pereyra?

En un escalón inferior de responsabilidad, situaría a Guillermo Pereyra, pero le enrostraría haber conducido su remise que hizo el teórico 2° viaje a Robles, el 15 de junio cerca de las dos de la madrugada.

Dicho viaje conllevaría el presunto fin de desfigurar a Leda, según idea de Rojas y los Ledesma, poco después de compartir una picada en el bar de una estación de servicios de calle Hipólito Irigoyen.