La "mae": "Mis entidades han incorporado, han matado a una persona, la Pomba Gira" La "mae": "Mis entidades han incorporado, han matado a una persona, la Pomba Gira"
La noche del 14 de junio del 2012, "la comadre Lucrecia me dijo: Mis entidades han incorporado, han matado a una persona, la Pomba Gira", declaró en el juicio Yolanda Noemí Giménez, quien acompañó al quinteto preso, horas después del asesinato de Leda Raimundi.
Se trata de la testigo más importante en la cuarta jornada del debate en que son juzgados Mario Rojas, Guillermo Pereyra, Gabriel Brandán, Lucrecia y su hijo Luis Ledesma.
Con amnesias sugestivas, la modista relató el particular encuentro. "Fue la noche del 14 de junio. Mi comadre me invitó a comer algo en una estación de servicios", explicó.
"Ahí, fuimos las dos al baño. Ella estaba en un box y yo afuera, fumando. Ahí, la ‘mae’ afirmó: mis entidades han incorporado, han matado a una persona, la Pomba Gira".
Sin interés
Según Yolanda, ella no le dio mucha importancia al relato, aunque reconoció que su respuesta fue: "¡Ay, Dios...!"
Ahondó: "Estaban todos bien en la estación de servicios; el único que agachaba la cabeza y no comía nada, y se frotaba las manos, era Mario Rojas, a quien conocí el lunes 11 de junio en una cena".
Al referirse a Rojas, señaló: "Lo vi por primera vez cuando me llevó a casa en su remís. Allí me dijo que sufre mucho por lo que su novia le hace; por eso vengo a hablar con la señora de mi compañero (Pereyra)".
En orden descendente, recordó que todas las personas asistieron a un encuentro especial: "Fue el martes (dos días antes del asesinato de la docente) en la casa de mi comadre le hicieron una limpieza a Mario, con acelga y velas rojas. Estuvieron, los dos Ledesma, Rojas y Brandán; todos practicaban la religión umbanda", subrayó.
Comidas y bebidas
Requerida sobre aquellas reuniones, la testigo dijo: "Comían huevos hervidos, frutas, bebidas, como cerveza y vino".
Ahondó: "Los despachos (objetos usados en las limpiezas) eran tirados; generalmente los llevaban al río y lugares lejanos", explicó.
En algunos tramos de su declaración, la mujer generó reacciones de molestia en el recinto, "ya que tenemos que sacarle palabras con un tirabuzón", graficó la defensora de los Ledesma, Eva Valev de Jensen.
Cierto fastidio
En ese sentido, las partes no ocultaron su irritación, al confesar que ella también había sido sometida a un ritual de limpieza.
¿Por qué no me lo preguntaron?, fue la salida ensayada por la testigo.
También reconoció al tribunal que aún sin ser umbandista ella, "por ahí le prendía velas a la Pomba Gira". Insólitamente, no supo explicar en qué consiste la devoción a la Pomba Gira.
En el umbandismo, la "Pomba Gira" sería personalizada como una entidad muy oscura.
Hay que darle cosas y evitar traicionar o no cumplir el trato, trascendió.