Preocupación por jóvenes que hacen picadas en ruta 93

Tras las impactantes imágenes de motociclistas "suicidas" realizando picadas en sus motos que captó un fotógrafo santiagueño el fin de semana por la ruta provincial 93 en cercanías de la localidad de El Charco, en el departamento Jiménez, situada a 43 kilómetros de Las Termas de Río Hondo, EL LIBERAL realizó una serie de consultas a lugareños, y personas que por distintos tipos de situaciones y obligaciones deben recorrer la ruta 93 que en los últimos años se cobró la vida de muchas personas por accidentes de tránsito. Si bien hasta el momento no se produjeron accidentes con graves consecuencias por este tipo de prácticas, la situación amerita realizar una reflexión y buscar los canales adecuados de prevención y no esperar tener un motociclista muerto para actuar en consecuencia.

Luis es un vecino de El Charco que viaja todos los días por la ruta 93 y en especial los fines de semana es un espectador de las picadas que los jóvenes realizan acostados sobre el asiento. "Este tipo de picadas las realiza un grupo de jóvenes desde hace bastante tiempo, son chicos que viven en El Charco, Gramilla, Boca del Tigre, Pozuelos y Vinara. Esto suele ser frecuente los sábados y domingos en horas de la siesta.

Estos muchachos se juntan, mientras toman algo de beber hacen la previa hasta que llegan todos y se organizan las picadas que se hacen por apuestas, estamos muy preocupados por esta situación, la ruta 93 es muy peligrosa porque es muy transitada y circulan todo tipo de vehículos y en especial camiones que se dirigen a los campos", manifestó.

Un grupo importante de docentes que viaja diariamente por la ruta para trabajar en distintas escuelas de las localidades de los departamentos Río Hondo y Jiménez se mantienen preocupados por esta situación, en muchos casos los jóvenes que realizan este tipo de prácticas son adolescentes que asisten a los colegios secundarios de la zona.

La opinión colectiva de los maestros es que ellos cuando tomaron conocimiento de esto dialogaron con muchos chicos y les advirtieron del peligro que esto representa, hasta convocaron a una reunión de padres para hacerles saber a sus progenitores, pero es una lucha que todavía no tiene los resultados esperados.