"La quiere sacar barata y hacernos creer que por culpa de la víctima está aquí" "La quiere sacar barata y hacernos creer que por culpa de la víctima está aquí"
En su alegato, el querellante, Ricardo Enrique Crespín, acusó a Gabriel Iñíguez del delito "de ensañamiento y alevosía", reprimido sólo con prisión perpetua. Entre otros conceptos, juzgó que al joven "no le importa lo que piensen de él; hoy asume un personaje y oculta su verdadera identidad de crueldad". A criterio del letrado, "planificó la muerte de Johana mucho antes y sólo esperó el momento adecuado, el instante justo; a él, en esta etapa sólo le importa no ser descubierto; pero la realidad es que no tiene ningún tipo de justificación". Iñíguez adquirió triste trascendencia la mañana del 24 de enero del 2012. Acompañó dos kilómetros a Johana por la ruta 13. Después, empujó la motocicleta de la joven, la derribó y ultimó con 11 heridas de un destornillador. Ayer, en su extensa descripción, el querellante interpretó que la ex pareja de Johana "la quiere sacar barata; se arroga la posición de un hombre convencido de que por culpa de la víctima se encuentra aquí; perverso de su parte señores". Al desandar aquella fatídica jornada, Crespín juzgó: "Iñíguez descendió de su moto armado. Llevaba el arma oculta y mató con ensañamiento y alevosía". Efectuó una descripción de la mecánica que interpreta, decantó en la muerte de Johana. Al lado del querellante, toda la familia de la víctima acompañó su relato entre lágrimas.