Revelan que el asesino derribó a Johana de dos "puntazos" y que la remató ya en el piso Revelan que el asesino derribó a Johana de dos "puntazos" y que la remató ya en el piso
"él (Gabriel Iñíguez) le dio dos puñaladas mientras Johana (Córdoba) estaba parada. Después, con ella tirada y él de rodillas (y sentado encima), siguió hincándola hasta matarla...". Natalia Farías se convirtió en una testigo vital, en la jornada de ayer, en la segunda jornada del juicio por el asesinato de Johana, el 24 de enero del 2012 de 11 heridas con un destornillador. El epicentro fue la ruta 13, entre La Florida y Beltrán, departamento Robles. "él nos alcanzó" Ante el tribunal, Farías manifestó: "Volvíamos de Beltrán. él nos alcanzó. Y vinimos los tres en moto cada uno. Nadie dijo nada. De pronto, casi 7 kilómetros antes de llegar a casa él pateó la moto de ella y la tiro al asfalto". Agregó la testigo: "Johana cayó y se quebró un pie. Yo quedé como a diez metros. él la paró, sacó algo del bolsillo (destornillador) y empezó a hincarla. Me está hincando, me está hincando, gritaba Johana. Quise acercarme y él me dijo: Acercate y te mato". Sangre y fuga De acuerdo con la testigo, en minutos la joven madre quedó quieta. "él subió a su moto y se fue". Mientras Farías lloraba desconsolada, se acercó la enfermera Leonor y un hombre y el vecino Walter Noriega, quien recordó: "Tiempo atrás le salvé la vida a la pobre. Iñíguez la seguía en moto. Ella entró a casa llorando", resumió. Padres desconsolados Antes, los jueces escucharon a los padres de la víctima, Nora Modjan y Héctor Córdoba. El matrimonio recreó cada uno de los incidentes en que Iñíguez habría agredido físicamente a Johana. Explicaron, que en una ocasión su hija fue a Buenos Aires con Iñíguez, pero regresó, debido a los crueles castigos que éste le propinaba. La pareja ofreció un triste relato, acentuando los días amargos de Johana, agravados tras convertirse en madre de una nena (hija de Iñíguez) que tenía dos años, al estallar la tragedia.