Mintió que fue secuestrada y la encontraron en un motel con su amante

La historia de F.G.I. conmocionó a toda la ciudad de Salta durante casi una semana. Activó el operativo rescate de parte de la Brigada de Investigaciones e incluyó la revisión de las cámaras de seguridad del 911. Pero se comprobó que se trató de una noche de fiesta y alcohol, que derivó en infidelidad y falso testimonio.

La mujer infiel, denunció haber sido secuestrada y violada a manos de perversos que la raptaron en una camioneta, en pleno centro de la ciudad salteña. La preocupación de familiares, amigos y vecinos se despertó y viralizó en las principales redes sociales que difundían desesperados mensajes sobre datos concretos que permitieran saber dónde estaba F.G.I., una mujer de familia, que había salido a festejar el Día del Trabajador y no regresaba a su casa. Pero nada hacía sospechar lo que pasaría después.

Apareció 16 horas después en su casa, el domingo pasadas las 21. Le aseguró a su esposo que había sido secuestrada durante 16 horas y había logrado escapar. Radicó la denuncia policial en la comisaría segunda, ubicada sobre calle Pellegrini. De acuerdo a su testimonio, el sábado se había reunido con compañeros de trabajo y compartir una noche de diversión, en inmediaciones al parque San Martín. Sostuvo sus dichos ante la fiscalía que investigó el caso. Indicó que luego de una noche de fiesta y alcohol, alrededor de las 5.30, el grupo decidió continuar los festejos.

Se dirigieron hacia el monumento 20 de Febrero y bebieron hasta las 8.30. Algunos decidieron regresar a sus hogares, pero -según las declaraciones de sus compañeros de trabajo-, la mujer habría decidido quedarse con uno de ellos.

Así fue que la pareja pasó la mañana en un hotel alejamiento ubicado en Zavala y Rondeu. El amante, identificado con las siglas S.D.B., confesó que luego se quedaron dormidos hasta entrada la noche del domingo, según dijeron fuentes policiales.

Despertaron preocupados por la hora y las consecuencias de la infidelidad y planearon la denuncia del falso secuestro. El hombre la acercó hasta su casa. Y comenzó el ficticio relato de la mujer ante su familia y amigos que la buscaban hacía varias horas, por toda la ciudad.

La paranoia implicó aportar falsos datos a la fiscalía, que incluyeron la descripción física de captores que nunca existieron como así también de la camioneta que habrían utilizado para secuestrarla.

La Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual investigó cada palabra de la denuncia de la mujer. Se revisó las filmaciones de las cámaras de seguridad de las zonas por donde aseguró haber sido llevada por los abusadores. Pero nada de eso había ocurrido.

Desde la fiscalía se desestimó la denuncia de la mujer, que ahora ella y su cómplice deberán afrontar una demanda penal por falso testimonio.