Hombres armados apalearon a 3 familias, las rociaron con nafta e intentaron prenderles fuego Hombres armados apalearon a 3 familias, las rociaron con nafta e intentaron prenderles fuego
Según contó una de las damnificadas -integrante de la familia Bello- su madre Graciela Santillán de Bello, estaba en su casa en compañía de sus vecinas, de apellido Cabrera y los hijos menores de las tres.
Cerca de las 14, los acusados irrumpieron en la casa -en una camioneta Toyota, con la inscripción ‘BP’- y descendieron al menos 10 personas, todas portando en sus manos escopetas, revólveres, machetes y mazas. Sin explicación alguna y sabiendo que en el lugar no había hombres, los acusados comenzaron a insultarlas.
Luego de los improperios, los imputados saltaron el portón de acceso a la casa y corrieron hacia las mujeres. Allí tomaron a Graciela de Bello, a quien además de propinarle golpes, la rociaron con nafta.
‘A uno de los tipos, que la tenía a mi mamá en el suelo, no le prendía el encendedor por eso, ella aprovechó, se levantó y corrió para resguardarse’, contó Giovanna Bello, al hablar en exclusiva con EL LIBERAL.
Según contó la joven, sus hermanitos quedaron muy afectados por el bestial ataque, ya que a uno de ellos, de 10 años, le apuntaron en la cabeza. ‘Ahora ellos están con tratamiento psicológico. Ayer fue la audiencia en el centro Judicial de Frías y cuando mi hermano vio a uno de ellos, comenzó a llorar’, enfatizó la damnificada.
No conforme con el violento ataque a las mujeres y niños, los forajidos comenzaron a demoler a mazazo la casa de las víctimas, mientras éstas se resguardaban entre los yuyos, en un monte cercano. ‘No dejaron ni un ladrillo en pie. Acabaron con todo lo que mis padres construyeron’, explicó consternada la entrevistada.
Otros lugareños -que con anterioridad habían sido atacados por los acusados- al verlos dirigirse hacia la casa de los Bello, llamaron a la policía. Cuando los uniformados llegaron se originó un enfrentamiento. Al lugar debieron enviar refuerzos y al verse superados en número, los acusados se retiraron amenazando a las víctimas e incluso a los guardianes del orden.
Del hecho tomó intervención personal de la Subcomisaría de Santa Catalina, quienes revelaron que los acusados residen en la localidad de Guampacha, a unos 4 kilómetros de la casa de los damnificados.
Consultado sobre el motivo del terrible ataque, la joven contó que ‘ellos hacen carbón para vender y usan la leña de todos los campos que quieren para fabricarlo. Con violencia se apoderan de los terrenos y hacen que las familias abandonen las casas’.
Los menores fueron examinados por el médico de Sanidad, quien diagnosticó 4 días de curación para ellos.
El fiscal Mario Mdalel tomó intervención en el caso y hasta tanto se realicen todas las averiguaciones de rigor, ordenó una serie de medidas restrictivas, entre ellas la prohibición de acercamiento. Pesa sobre los agresores el delito de homicidio en grado de tentativa, lesiones, daño y violación de domicilio. l