Cómo deberíamos informar: el gran debate entre Docentes y Comunicadores

Por Dr. Carlos I. Scaglione - Docente de la UNSE

Las historias moldean lo que somos, desde nuestro carácter hasta nuestra identidad cultural, nos impulsan a realizar nuestros sueños y ambiciones y dan forma a nuestra política y nuestras creencias. Las utilizamos para construir nuestras relaciones, para mantener el orden en nuestros tribunales, para interpretar los acontecimientos en nuestros periódicos y medios de comunicación social.

Enseñar y contar historias, informar lo que ocurre es una parte esencial de lo que nos hace humanos. Ha habido muchos intentos de descifrar lo que constituye una buena historia, desde las teorías de Joseph Campbell hasta la actual Inteligencia artificial. Pero muy pocos han utilizado un criterio científico, para entender la narración de historias en su sentido más amplio, primero debemos comprender al narrador por excelencia: el cerebro humano.

El problema es cuando lo que debemos informar no es la realidad como tal,sino como queremos que sea o cuando lleva un mensaje implícito según nuestra concepción.

Solemos creer que quienes piensan distinto adaptan lo evidente al molde de sus prejuicios, solo son los demás. Sin embargo, esta es una tendencia arraigada; todos nos negamos a que las evidencias arruinen una buena certeza. Quizá lo más sensato sea abrirnos a modular o demoler ciertas convicciones, si no queremos vivir siempre cautivos de nuestras normas

La historia de Procusto y Teseo es una antigua leyenda griega que se ha transmitido a lo largo de los siglos. En esta historia, Procusto es un sanguinario bandido que vivía en las cercanías de Eleusis, una ciudad en la antigua Grecia. Procusto tenía una cama de hierro en su morada y desarrolló una perversa costumbre.

Según la leyenda, Procusto invitaba a los viajeros a pasar la noche en su casa. Una vez dentro, los huéspedes eran llevados a la cama de hierro. Si el huésped era más alto que la cama, Procusto lo sometía a la tortura de estirarlo o amputarle las extremidades para hacerlo encajar perfectamente en la cama. Por otro lado, si el huésped era más bajo que la cama, Procusto lo estiraba con cuerdas hasta que alcanzara la longitud adecuada, hasta que el héroe de Teseo le aplico como castigo la misma mecánica como represalia.

La leyenda de Procusto ha sido utilizada a lo largo de la historia para reflexionar sobre la naturaleza humana y los peligros de imponer estándares y medidas forzadas en la sociedad.

En algunos comunicadores, la imposición de estándares y medidas forzadas se manifiesta de varias formas, algunas de las cuales pueden ser perjudiciales para la integridad y la calidad de la información, como es el caso del sensacionalismo: En busca de aumentar la audiencia y generar mayores ingresos, algunos medios de comunicación pueden caer en la tentación de exagerar o distorsionar la información para que parezca más llamativa o impactante.

Manipulación de la narrativa: Algunos medios o periodistas pueden tener agendas personales o políticas y utilizar su plataforma para manipular la información y moldear la opinión pública según sus propios intereses. Esto puede implicar la omisión selectiva de hechos, la tergiversación de eventos o la promoción de ciertas narrativas a expensas de otras, lo que limita la diversidad de perspectivas y la libre interpretación de los lectores.

Falta de verificación de hechos: En la era de la información rápida y viral, a menudo se publican noticias sin una verificación adecuada de los hechos. Esto puede resultar en la difusión de información incorrecta o engañosa que se propaga rápidamente, generando desinformación y confusión en la sociedad.

Es importante destacar que no todos los medios y periodistas se ven afectados por estos peligros, y muchos profesionales del periodismo trabajan diligentemente para mantener altos estándares éticos y proporcionar información precisa y equilibrada. Sin embargo, es fundamental que los consumidores de noticias sean conscientes de estos desafíos y busquen fuentes confiables y diversas para obtener una visión más completa de los acontecimientos.

Para evitar los dramas de Procusto y promover una docencia y un periodismo serio y ético, existen varias medidas que los medios de comunicación deberían adoptar:

Rigor en la verificación de los hechos: Es esencial que los periodistas se aseguren de la veracidad de la información antes de publicarla, promover la diversidad de perspectivas.

 Los medios de comunicación deben esforzarse por presentar una variedad de perspectivas y opiniones sobre un tema. Esto implica dar voz a diferentes actores y evitar la creación de narrativas unilaterales o sesgadas. La diversidad de perspectivas fomenta un debate informado y enriquece la comprensión de los lectores.

La responsabilidad en la producción y consumo de noticias es fundamental para contrarrestar los dramas de Procusto y promover un periodismo sólido y confiable. Ya no está Teseo entre nosotros, debemos como sociedad evitar entrar en la medida estricta de lo que se nos quiere imponer, ser nosotros mismos, más amplios, máscomprensivos, más inclusivos y más respetuosos con las ideas que no compartimos, especialmente con estas.